Los daltónicos muchas veces sufren en silencio, pues su padecimiento no es tan grave como para provocar lástima, pero sin duda sufren todo tipo de problemas que hacen que se las vean negras, o como ellos dirían, «que se las vean verdes».
Se ha viralizado el caso de Paulo, un joven con esta enfermedad que terminó envuelto en una situación sumamente desagradable por no poder identificar correctamente los colores. Paulo se encontraba tranquilamente en la aplicación de citas Bumble, donde acostumbra a buscar prospectos para hacer “la fechoría” de forma casual y sin ataduras (salvo esa vez que una muchacha que se veía bien tímida lo ató de las muñecas con fines eróticos).
Después de un rato, uno de sus “matches” llamó particularmente su atención. «GLENDA, 34 años, pronombres: ella, busco diversión (emoji de diablito)» se podía leer en su perfil acompañado de una bandera que él estaba convencido que era la de Argentina. Tras unos cuantos mensajes, el click fue instantáneo y quedaron de verse en un bar en el centro de la Ciudad de México.
Al llegar al lugar, al joven le hicieron un poco de ruido algunos detalles de su cita, como que tenía un lomo ancho y fuerte que parecía de nadador olímpico, una voz más grave que la crisis de seguridad en el país y, lo más extraño de todo, no tenía acento argentino. No cabía duda de que había algo extraño en ella, pero fue hasta que, después de dos litros de cerveza, coincidieron sus ganas de ir al baño y tuvieron que turnarse un mingitorio, cuando se dio cuenta de que Glenda de Argentina nomás tenía el chorizo.
Y sí, sabemos lo que estás pensando: «¿CÓMO CHINGADOS CONFUNDES LA BANDERA DE ARGENTINA CON LA TRANS? LA ARGENTINA TIENE UN PUTO SOLECITO Y ADEMÁS SOLO TIENE TRES FRANJAS», pero no hace falta que te pongas todo neurótico, relájate. Eso se explica porque, según el testimonio de Paulo, además de daltónico, está todo pendejo.
Con justa razón se sintió como un idiota y la vergüenza lo invadió al punto de ponerse rojo, aunque según él, se puso amarillo. Rápidamente pidió la cuenta y le dijo a Glenda (no mames, jaja, se llamaba Glenda, ¿qué esperaba?) que le había salido un imprevisto y se tenía que ir, solo para después bloquearla sin darle ninguna explicación.
Esa misma noche, la chica grabó un tiktok acusándolo de transfóbico por haberla rechazado de una manera obvia y desconsiderada. Paulo ahora es insultado en redes sociales por cientos de usuarios de la comunidad trans, a lo que él solo ha respondido: «¿Qué pedo?, ¿por qué me están insultando tantos argentinos?».
