De acuerdo con algunos enterados y mitoteros de la farándula televisiva, la empresa Televisa estaría considerando demandar a la productora Endemol por la crisis generada a partir de la salida del comediante y padre de todos de integrantes de La Casa de los Famosos, pues es evidente que el show se vino abajo con esta decisión. Incluso se rumora que el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, estaría furioso tras la huida masiva de patrocinadores y el hecho de que ya a nadie le importe ese pinche programa culero.
A decir de Jorge Carbajal, uno de los que dice que le sabe a las cosillas del espectáculo, el escándalo por la salida de Adrián Marcelo no solo ha afectado la reputación del programa, sino que ha desencadenado una disputa de grandes proporciones entre Televisa y Endemol, lo que provocaría una lluvia de demandas, del aguilucho mayor, Emilio Azcárraga, quien habría exigido una millonaria indemnización a la productora tras la pérdida de patrocinadores debido a la controversia.
Según cuenta Carbajal, la cosa se puso fea cuando Azcárraga se presentó personalmente en las instalaciones donde se graba La Casa de los Famosos para convocar a una reunión urgente con los ejecutivos de las dos empresas. En dicha junta, el hijo de «El Tigre» habría exigido explicaciones sobre cómo se había manejado la situación de Adrián Marcelo y, de paso, preguntó si no podían comprar algunos árbitros para que todo se resolviera a su favor.
A pesar de la defensa de la productora, la postura de Televisa fue contundente: «ustedes la cagaron por pendejos y ahora lo arreglan o los demando y vemos la manera de que nos marquen un penal a favor o que el VAR nos favorezca», o sea, que Televisa considera que se hizo una pésima gestión del escándalo con Adrián Marcelo lo que les costó la salida de importantes patrocinadores, por lo que estarían pidiendo hasta $60 millones de pesos en compensación.
Así que parece que este drama va para largo, gracias a que la televisora más poderosa de Hispanoamérica y una productora de nivel mundial no pudieron seguirle el ritmo a un hombre entero que entró a jugar como campeón, salió como un grande y ahora se encuentra felizmente con los suyos. Ah, y él sí quiere y manda saludos a su mamá. No como otra que ahí sigue, pero que ya a nadie le importa, ni a su mamá.