Mientras que aquellas personas atrapadas en la Rueda del Samsara —esclavas del deseo y el placer carnal— buscan que el famoso «masaje con calambre» se les haga de forma manual —o hasta con las patas—, los espiritualmente despiertos, esos que pasaron de cuidar sus chancros a cuidar sus chakras, encontraron una manera de disfrutar este tipo de experiencias sin comprometer su «frecuencia vibratoria»: la chaqueta astral, un tipo de «masaje holistíco» que estimula tu zona íntima sin necesidad de contacto físico.
No se trata de una simple «paja por Bluetooth». Quienes participan en estas ceremonias no eyaculan como tal, sino que experimentan lo que se conoce como una «venida espiritual». Es decir, no sienten una «pequeña muerte» ni los invaden pensamientos fatalistas, como con la venida tradicional, sino que sienten una especie de «renacer», una fuerza vital renovada y una conexión especial con el cosmos. Los escépticos sostienen que son puras jaladas. Por telequinesis… pero jaladas al fin.







