«Díganle adiós a su “Pachoncito”»: ¿Te propusiste deshacerte de esos kilitos de más? Aquí te damos los 5 remedios infalibles contra esas ‘llantitas’ que te cargas

Todos sabemos que cada año es lo mismo: entre los brindis, las uvas y las promesas que haces con la copa en la mano, te juras que ahora sí te vas a poner fit. Apenas llega enero, pagas la anualidad del gimnasio y luego de los primeros tres días del año nuevo te das por vencido, como un cobarde. Si sientes que esas llantitas te tienen secuestrado y que la tienes más difícil que sacar la cuesta de enero, ¡no te preocupes!

Nuestro equipo de científicos que solo opinan de los cuerpos ajenos, porque solo para eso están calificados, y expertos en dietas milagrosas y remedios inútiles, se dieron a la tarea de investigar en el apasionante mundo de bajarle a los carbohidratos para traernos los cinco remedios infalibles para decirles adiós a las llantitas que no te dejan abrocharte las agujetas como se debe ni cerrar ese pantalón que compraste antes de Navidad.

  • La dieta del aire (porque el hambre es solo un estado mental). Esta técnica milenaria promete resultados inmediatos. Cada vez que sientas hambre, respira profundo y repítete: «Estoy lleno de energía, no necesito comida, ya tragué mucho en las posadas». En teoría, vivir del aire te ahorrará calorías, dinero y las odiosas llantitas. Lo bueno es que este remedio es ideal para los que aman las emociones fuertes, como marearse. Lo malo es que hay rumores de que podrías terminar en el hospital o devorando compulsivamente un combo grande de hamburguesas si te pasas de lanza.

  • Ir a clases de zumba con tu tía. No subestimes el poder de la zumba en el parque. La tía Jovita y su grupo de entusiastas del baile te harán sudar más que en sauna. Con movimientos imposibles, canciones de cumbia y gritos motivacionales que parecen amenazas, vas a quemar calorías y dignidad en cantidades industriales. Pero, sobre todo, tu tía será la mejor motivación para mantener la consistencia, pues ni modo que vaya sola con toda la bola de arpías que van a la zumba.

  • Usa ropa reductora. ¿Quién necesita horas en el gimnasio cuando puedes meterte en una faja que promete hacerte ver dos tallas menos? Claro, no podrás respirar, y sentarte será un desafío, pero al menos en las fotos de Instagram parecerá que vas directo a protagonizar una portada de revista. Recuerda, tendrás resultados instantáneos, pero, si abusas, podrías sentir que te estás cocinando a fuego lento.

  • Los retos de TikTok: porque el fitness ahora es viral. Nada como intentar esos retos absurdos que prometen resultados en «7 días o te devolvemos tu tiempo perdido». Desde planchas interminables hasta beber infusiones que parecen hechas de agua de trastes, los influencers fitness siempre tienen algo que ofrecer. Solo ten cuidado, no intentes ningún reto que incluya palabras como «extremo», «24 horas» o «reto militar». A menos que eso aparezca en alguna de esas páginas que sueles ver cuando te quedas solo.

  • Clases de pole dance. ¿Cansado del gimnasio tradicional? El pole dance combina ejercicio, acrobacias y sensualidad. Es perfecto para quemar calorías mientras intentas no morir en el intento. Solo no se lo cuentes a tus amigos o serás el hazmerreír de la colonia, aunque también podrías recibir llamadas para trabajitos extra de algunos amiguitos indecentes que ya te echaron el ojo.

Así que ya lo sabes, no importa cuál de estos remedios intentes, lo importante es que le eches ganas en el proceso y no lo dejes a medias, como si fueras un cobarde. Recuerda que la vida es demasiado corta para obsesionarse con las llantitas, pero no puedes vivir con ellas para siempre, mejor deja de tragar y al menos ponte a caminar diario. Y si después de todo decides quedarte como estás, solo no te quejes de que no agarras ni fiado.

Acerca de Fede

Fede

Profesor en Escritura Creativa. Lingüista y estudioso de escrituras expandidas y poéticas experimentales.