Las libertades que se toma la gente a la hora de vestir para hacer ejercicio siempre han sido vulgares e inapropiadas, pero ya empiezan a rayar en lo antinatural. Existen personas que con solo pagar una mensualidad de 300 varos en el gimnasio, más lo del instructor que se cobra con arrimones, ya se sienten con el derecho de presentarse vestidos como si estuvieran en sus casas, obligando a los demás usuarios a conocer detalladamente sus rincones brujos.
Aunque ésta no es la peor conducta invasiva que puedes tener en un gimnasio —pues están los que abren su lata de atún apestando todo el lugar, los que dejan dibujada su cola con sudor en el asiento de las máquinas, o los que gimen cada vez más fuerte en cada repetición al hacer pesas— la ropa de gimnasio moderna está haciendo que cada vez más gente se queje del exhibicionismo y falta de pudor que parecen tener algunos “gymrats”.
Se ha viralizado un video de @PaoFitness, usuaria de Smart Fit que se encontraba bastante agitada e indignada porque un chico decidió no ejercitarse con short aguado de basket y una camiseta vieja con un hoyito en la axila, como lo hacen los hombres de verdad, sino que lucía unos mallones incómodamente entallados.
«Amigos… estoy que me vomito… vean a este güey… o sea… parece que se le botó una hernia o algo… el camel toe de hombre no es chido… NETA», compartió mientras le hacía zoom al que muchos llaman “burro de varón”.
Muchos consideraron que lo mostrado en las imágenes ya es suficiente para acusarlo por faltas a la moral, pues los mallones estaban transparentosos y eso califica como “exhibicionismo obsceno”, pero algunos otros internautas señalan una doble moral por parte de la chica, pues, en sus historias de Instagram, se aprecia cómo suele usar leggins que parece que nomás trae tatuados.
«¿Qué tanto criticas? Tú siempre entrenas con el taco metido y el burro salido», «Pasa tu rutina de empanada, amiga, la traes bien marcada», «Maldita estúpida, deja en paz al muchacho ese», son comentarios que se leen en algunas de sus publicaciones y que para nada son del güey de los mallones desde cuentas alternas.
Hay quien dice que, para evitar conflictos, deberíamos volver a la moda de la ropa holgada para hacer ejercicio. Por otra parte, los más aterrizados y justos, consideramos que si alguien quiere presumir su cuerpo escultural con ropa que resalte su figura, está en todo su derecho. Es importante que se noten los resultados de su disciplina y dedicación.
Siempre y cuando no tengan testículos. Está bien que se pongan las pilas, pero no las enseñen.