La presidenta electa de este cuchitril llamado México, Florinda Sheinbaum, presentó este lunes los resultados de la encuesta que realizó Morena sobre la reforma al Poder Judicial, con la que se busca que los jueces y ministros sean electos por voto popular. La semana pasada, la doctora más científica confirmó que dicha encuesta se realizaría el fin de semana, con el fin de conocer la opinión ciudadana al respecto de la iniciativa del Licenciado que modificará al Poder Judicial, más por la ley de sus tanates que porque vaya a mejorar algo, la verdad.
Lo cierto es que este ejercicio, que muchos han calificado como mera simulación, solo trata de respaldar la decisión que ya se tomó desde Palacio y que doña Florinda Sheinbaum va a seguir al pie de la letra, si no el Licenciado es capaz de quitarle el bastón de mando de juguete. Pero lo bueno es que la Doctora siempre se porta bien y nunca le ha fallado al presidente más transformador que nos ha dado México.
Para llevar a cabo la encuesta, se informó que la pregunta que se hizo fue: «¿Cómo cree usted que deben ser elegidos los ministros de la Suprema Corte?», con las siguientes leyendas como opciones: «Por voto popular (que es el chido)», «Por los (estúpidos) del Senado (que seguramente son cómplices de Lord Voldemort o de Carlos Salinas de Gortari», «No sabe/no contestó». O algo así, el chiste es que la balanza sí estaba muy inclinada para que ganara la opción que más le gusta al Licenciado.
«Pues, me da mucho gusto anunciar que nos la pelaron, digo, que el pueblo ha decidido cómo quiere que sean elegidos los ministros de la Suprema Corte. Hoy es un día histórico, un pequeño paso para la próxima presidenta científica y un gran paso para nuestro movimiento y la consolidación de nuestra democracia, la cual se basará en encuestas en las que el pueblo decidirá todo lo que le permitamos decidir», más o menos dijo la presidenta electa, en el anuncio de los resultados de la encuesta.
Lo que sigue ahora es que se haga la otra simulación, la cual consiste en un parlamento abierto para discutir las reformas y tener entretenidos a los interesados y afectados, nada más para que no sientan tan feo. Luego, comprar dólares, antes de que suba más, e ir viendo a qué país irse para dejar, antes de que la Cuatroté lo deje en las puras ruinas. Ni pedo.