Por: becario EAD
Un grupo de arqueólogos descubrió 59 sarcófagos de más de 2600 años de antigüedad en la ciudad sagrada de Saqqara, a 100 kilómetros de El Cairo, Egipto, lo que sería una hora y media de trayecto si vas en tu carro a 100 km/h.
Los profanadores de tumbas profesionales no se quisieron quedar con las ganas y decidieron abrir uno de los féretros, esperando ver una momia, reliquias antiguas, algún tesoro maldito y demás curiosidades que puedes encontrar dentro de un sarcófago de más de dos mil años o en Galerías el Triunfo (mención no pagada), pero el resultado fue uno muy distinto…
Había llegado el momento de la verdad: «¿Con qué lo abrimos?», «¡No vean a la momia a los ojos!», «¿Tendrá chichis?», se escuchaba entre la gente… Fue entonces cuando el más valiente de los arqueólogos se acercó, examinó detenidamente el ataúd y por fin se animó a destaparlo, solo para llevarse una tremenda decepción: tenía frijoles.
Todo parece indicar que efectivamente, esa pasta café que invadía gran parte de lo que alguna vez fue el lugar de descanso de un faraón, se trataba de unos frijoles ya pasados, tal cual como cuando abres el bote de yogurt en casa de tu mamá.
Lo que aún se desconoce es si alguien puso los frijoles en ese ataúd… ¿Qué hizo con la momia? ¿Dónde quedó? ¿Será la que Maussan anda paseando por el Congreso? Todavía se desconoce su paradero, pero los expertos recomiendan buscar en la boleta electoral del 2024.
