La flamante mano derecha (¿o será la izquierda?) y deslumbrante secretaria de Gobernación del Licenciado, Luisa María Alcalde, suena fuerte para convertirse en la sucesora del actual dirigente nacional, Mario Delgado, quien asumirá como secretario de la SEP en el gobierno de la Doctora. Ante la inminente postulación al puesto, dado que ya no le tocó nada mejor en el próximo gabinete, parece que Alcalde se siente cómoda con manejar las andanzas del partido dominante y con mayor cantidad de prerrogativas.
Para ir midiendo las aguas y medir tamaños, la Güicha se reunió con la actual secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, quien de manera natural podía aspirar al cargo, pero esta última ya dijo que a ella no le importan los puestos, si no son de tacos o garnachas. Y, aunque respecto a tamaños, la cenadora se lleva de calle a la esbelta secretaria de Gobernación, parece que esta vez se impondrá la gordofobia en el palomeo del Licenciado y en la militancia de Morena.
Fue justo en una entrevista donde María Luisa expresó sus deseos de ser la próxima dirigente nacional del partido, fundado ya hace 10 años por el Licenciado y por un puñado de soñadores y aferrados que aseguraron hueso por al menos seis años más. Ahora, si todo pinta como se prevé, Alcalde podría ser la primera dirigente nacional del partido.
«!Ay sí! Vino la gorda, así le digo de cariño, para platicar, así como de qué pedo, cómo que te vas a lanzar para suplir a la cola loca del Mario. Y yo, así es, amiga, ya basta de tener “florecitas” como esas en el partido. Ahora que ese “cola floja” se va a poner a educar a los niños, nos toca a las mujeres tomar el control. Obvio, voy a necesitar tu ayuda, amigui, así que te quiero cerca», pudo o no haberle dicho María Luisa Alcalde a una de sus asistentes, luego de la visita de la cenadora y de que esta le robara el desayuno de su escritorio.
Por su parte, la cenadora Citlalli Hernández expresó en diversas entrevistas que para ella lo importante es el proyecto colectivo y que por un pozole cedería su puesto en cualquier momento, por lo que no le interesa competir por la dirigencia. Sus razones de peso tendrá.
