Los pelones saben cosas, nunca nadie lo ha dudado. Cuando vemos a un calvo, lo primero que pensamos es que son personas brillantes, sobre todo de su pelona, y que definitivamente no tienen ni un pelo de tontos.
Es por esto que jamás has visto a alguien con alopecia jalando donde dice empuje, agarrando perejil en vez de cilantro o defendiendo que hay 72 géneros, sin embargo, seguramente te has percatado de que las personas más estúpidas que has conocido en tu vida siempre tienen en común que cuentan con una frondosa melena, lo que de alguna manera explica por qué el champú lleva instrucciones.
Un reciente estudio comandado por Calvin Baldwin, un biólogo estudioso del pelaje de algunas especies, incluida la humana, se ha propuesto encontrar una relación entre la calvicie y una tendencia a ser sabio y asertivo, además de buscarle una explicación a por qué absolutamente todos los pelones son tan buenos dando consejos.
Los resultados dejaron a los investigadores con los pelos de punta. La actividad neuronal de los pelones fue 4 veces mayor que la de las personas con cuero cabelludo fértil, lo que podría deberse a que su cabeza, como pene circuncidado, está expuesta a muchos más estímulos externos, ocasionando un estado mental excitado que comúnmente termina en, visto de manera poética, la eyaculación de ideas. Esto, sumado a que la gente sin pelo no absorbe todos los químicos que el gobierno le echa al champú para mantener nuestra consciencia dormida, hace que tu compa al que le dicen “El Rapunzel”, probablemente tenga un cerebro privilegiado.
En cuanto a su capacidad para aconsejar e instruir a las demás personas, los científicos concluyeron que, además de no tener pelos en la cabeza, los pelones tampoco tienen pelos en la lengua, lo que los hace ser mucho más directos y sin rodeos a la hora de transmitir información e ilustrar a quien lo necesite.
El estudio de ninguna manera busca insinuar que todos los pelones son unos genios, pues existen casos como el del Chicharito que podrían hacer dudar a muchas personas, pero, en resumen, sí se ha logrado establecer que los pelones suelen ser mucho más ágiles verbal y mentalmente, lo que explica por qué, a pesar de tener tantas entradas, siempre tienen tantas salidas.