No es nada raro que alguien se sienta estafado por su cita de Bumble, aplicación móvil diseñada para personas solitarias que buscan calor humano. Pero una cosa es que, al encontrarte con ese “match”, te des cuenta de que sus fotos estaban más retocadas que las verijas de un usuario del metro en hora pico, o que olvidó poner en su perfil que tiene dos bendiciones y al papá le dicen “El Ondeado”, y otra que construyan toda una identidad falsa para tejer una red de engaños y timar a decenas de mujeres.
Con esto nos referimos al caso de Jonathan Sotelo, quien no encendió las suficientes alertas con llamarse Jonathan y ahora es acusado de fraude y robo por al menos 79 de sus ligues de Bumble. El modus operandi de Sotelo era simple: abría la aplicación de citas, usaba fotos del 2016 cuando todavía no estaba hinchado por tanto Bacardí y aún tenía pelo, y esperaba a que alguna chica “económicamente presente” mordiera el anzuelo.
«¿Qué onda? ¿cómo andas?, cuéntame, ¿empedaste mucho ayer o qué, señorita? jeje. Es que sabes, tengo algo muy importante que decirte, pero puede que te parezca un poco extraño, ¿vale? Conozco los mejores helados de la ciudad, hay que ir por unos para platicar y conocernos…», era el efectivo mensaje para iniciar conversación que reutilizaba con todos sus prospectos.
Una vez que le aceptaban la salida, sus víctimas describen al ahora apodado “estafador de Bumble” como alguien encantador, carismático, e incluso una de ellas dijo que «chistorete le queda corto». Una vez que se ganaba su confianza y las apantallaba con la vida llena de lujos que ostentaba, Jonathan se las arreglaba para manipularlas financieramente y pedirles dinero prestado, sacar créditos bancarios a su nombre, o hasta hacerlas pagar hipotecas, lo que resultó en pérdidas millonarias para la mayoría de ellas.
«Me siento una estúpida, pero les sorprendería lo complaciente que una puede llegar a ser después de que le voltean la matriz», compartió una de las víctimas que asegura que Jonathan sigue usando su cuenta de Netflix y Amazon Prime.
Dentro de las mujeres que cayeron en este esquema de fraude se encuentran españolas, alemanas, mexicanas, colombianas, y hasta una chilena que dio su testimonio, aunque nadie le entendió. Sotelo ya ha sido denunciado ante las autoridades por fraude y usurpación de identidad, así como por violencia de género, ambas carpetas de investigación están en proceso.
Mientras tanto, los internautas discuten sobre si esto realmente se trata de una operación fraudulenta que merece ser castigada por la ley, o si simplemente son mujeres exagerando porque no soportan que exista un “hombre de alto valor”.
