Sabritas, la marca de frituras hipercalóricas culpable de que millones de niños en el país sean unos adorables cachetones (con obesidad mórbida infantil), llegó a la conclusión de que no quiere tener nada que ver con un contenido chatarra, poco saludable y dañino para la población, por lo que ha decidido retirar su patrocinio de La Casa de los Famosos México.
Aunque Sabritas se promocionaba en el reality desde la temporada pasada, lo que explica por qué Wendy Guevara siempre aparecía con un Paketaxo, los integrantes de esta nueva edición han hecho comentarios que no comulgan con los valores de la empresa, dejando a sus ejecutivos como cuando te comes unos Fritos sabor chorizo: con un pésimo sabor de boca.
Nadie puede negar que algunos de los habitantes están más torcidos que un Cheeto, otros más volteados que un tazo y que algunos son más innecesarios que unos Ruffles azules, pero es una realidad que esta temporada está siendo sumamente exitosa y ha superado a la anterior en audiencia, por lo que a muchos les parece una tontería privarse de esa exposición.
Mientras muchos especulaban la razón por la que Sabritas se llevó todos sus productos de la famosa casa, sacando teorías que iban desde que Gomita se mostraba en un constante estado de hinchazón por estar tragando papitas todas las noches, lo que sin duda era una pésima publicidad, hasta que la úlcera gástrica que está sufriendo Arath no era por tanto coraje, sino por tanto churrumai con limoncito, lo que, de nuevo, sería una muy mala manera de promocionarse, un alto mando de la empresa reveló quién era el verdadero culpable de está extrema decisión:
«No podemos patrocinar un programa donde salga Adrián Marcelo, nos deja muy mal parados… Es muy buen estratega y trae buen desmadre, pero en esa casa nadie debería ser más botana que nuestros productos… Además, es gordofóbico… Con nuestros clientes NO…», compartió por medio de un video de Facebook, para después agregar que no le gusta la manera en la que el influencer se ha burlado de la salud de sus compañeros, asegurando que para ellos la salud no es ningún juego.
El equipo de EAD no conoce personalmente a ese tal Adrián, y en realidad casi no vemos La Casa de los Famosos, pues sostenemos que está mejor el libro, pero coincidimos en que sí, el reality podrá ser nocivo, insano, te revuelve el estómago, y demás atributos que comparte con las Sabritas, pero al menos no te venden puro aire.
