Ya es junio, el mes más gay de todos (y eso que existe “agosto”, que rima con “chosto”). Mientras que para muchos son tiempos en los que uno debe ser tolerante e intentar cosas nuevas, para un grupo de investigadores de la Universidad de Minnessota, Estado de México, es la oportunidad perfecta para desenmascarar a esas farsantes que se visten con la bandera LGBTQ+ sin pertenecer realmente a esta comunidad.
Se ha publicado un estudio que busca desmentir el mito de que las “lesbianas” que tienen parejas con rasgos varoniles son realmente lesbianas. Para esto, los investigadores reunieron a 37 parejas lésbicas en las que al menos una de ellas pudiera ser confundida con tu tío gordito de espalda ancha.
El muestreo contó con todo tipo de lesbianas “butch”, las cuales comúnmente son llamadas como “machorras”. Desde las de camisa de leñador con cuerpo de pelotero, las que parecen hombres preadolescentes, con rasgos medio finitos, pero que igual parecen un cabrón, hasta las que de plano parecen traileros.
Al entrevistar a sus parejas acerca de la razón por las cuales se sintieron atraídas hacia ellas, las respuestas más comunes fueron comentarios como: «me hace sentir como toda una mujer», «es fuerte y protectora», «nuestras energías se complementan» y «no tiene pene».
Las observaciones de los investigadores concluyeron que, en la gran mayoría de los casos, se trataba de mujeres heterosexuales que buscaban exactamente lo que las demás mujeres buscan en sus relaciones, solo que sin el pene.
«Definitivamente no son lenchas, solo son heterosexuales pitofóbicas… a mí me gustan mucho de esas», comentó una de las investigadoras, para después escupir y arremangarse su camisa de leñador.
Esto definitivamente abre una puerta para que ahora investiguen a las heterosexuales que gustan de hombres que parecen mujeres, como las que se emparejan con esos princesos que van al gym en leggins o las fans del k-pop.
