Luego de haber obtenido el título de la copa del mundo 2023 de la categoría femenil, no todo ha sido festejo en la selección española ya que el grupo ha sido objeto de ataques por parte toda la escena feminista de habla hispana, conocida principalmente por odiar el futbol y que la gente triunfe; dos cosas quje se juntaron en este campeonato por parte de las españolas.
«Si no fuera por nosotras, ustedes ni siquiera podrían patear un balón» dijo Irene Montero, ministra de igualdad, conocida mundialmente por reducir penas a agresores sexuales durante su gestión. «Ese título es más nuestro que de ellas», cerró.
El embate se ha dirigido particularmente a los eslabones más débiles de la organización: los hombres. Por un lado, las colectivas piden la cabeza de Rubiales, el presidente de la RFEF, quien se agarró los güevos cuando celebraba el gol de las campeonas y besó a la capitana en medio de la euforia; y por otro, la de Jorge Vilda, entrenador de las muchachas quien agarró una chichi.
Al momento, las activistas han logrado parte de su cometido y ya nadie habla del campeonato de las futbolistas, sino de las feministas.
