«Haga paro, es que dejé los frijoles en la lumbre y se me van a quemar»: Genaro García Luna pide clemencia al juez Brian Cogan mediante carta

El infame Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio del rey de la cuba y la margarita, Felipe Calderón Hinojosa, envió una conmovedora carta al juez Brian Cogan (no antoguen), rogando por un poco de clemencia antes de que le dicten sentencia. En ella, García Luna sostiene, con la seriedad que le caracteriza, que nunca trabajó con criminales. Que su estilo de vida era tan modesto que sus lujos máximos eran ver la televisión en blanco y negro y pedir los domingos medio kilo de barbacoa, cosa que extraña mucho más que a su familia, seguramente.

Con un toque dramático y hasta poético, nuestro protagonista epistolar le recuerda al juez que ha pasado casi cinco años en la cárcel, encerrado en duras condiciones de aislamiento. Tal vez olvidó mencionar que esto es lo que le sucede a la mayoría de los reos en Estados Unidos, pero bueno. «No pude ni siquiera ir a las graduaciones de mis hijos, ni al bautizo del hijo de un amigo, ni al partido de la cuadra. Y yo solo quería volver a comer en paz con mi familia», expresó García Luna.

En la carta, que parece sacada del guion de telenovela, con toques de comedia involuntaria, García Luna aprovecha para señalar al Licenciado como el responsable de la «gran convulsión» que atraviesa el país, que en realidad nada tiene que ver con su caso, pero el chiste es hacerle a la loca. Según él, ahora resulta que su encarcelamiento es parte de una persecución política, de esas que tienen villanos, héroes incomprendidos y víctimas como él. Además, con tal llegar al corazón del juez, también menciona que su hija se va a casar y él solo conoce al novio «a través de la voz de su esposa», lo que resulta bastante sospechoso.

Para cerrar con broche de oro, García Luna asegura que su vida ha sido un ejemplo de rectitud, de valores y de trabajo incansable por el bien de la comunidad. Que, como dijo en su carta, «el dinero sucio, los malos hábitos, el mal comportamiento no se pueden ocultar ni siquiera en condiciones extremas», salvo que hayas sido el mero McClane de la seguridad en el sexenio de la guerra contra el narco y el gobierno gabacho te hubiera seguido al pista desde entonces.

Su defensa legal, por su parte, ha pedido la pena mínima de 20 años, tal vez considerando que, con buena conducta, García Luna podría salir antes y así retomar su vida de «hombre de bien» que nadie le conoce. Porque, claro, en este mundo paralelo, el juez Cogan leerá la carta, dejará caer una lágrima y dirá: «¿Quién soy yo para negarle un final feliz a este hombre?».

En resumen, esta carta nos demuestra que, si algo tiene García Luna, es un gran futuro como guionista de Televisa y, al parecer, una absoluta negación de la realidad. Lo malo es que, sin duda, Epigmenio Ibarra no tarda en ganarle la idea y producir alguna serie que ponga a García Luna como el gran villano, junto a Calderón, obviamente. Solo queda esperar a ver si el juez Cogan decide sumarse a esta tragicomedia o, por el contrario, se ciñe al guion de la justicia gringa. Lo que es seguro es que la audiencia sigue expectante, porque este show aún tiene varios actos.

Acerca de Fede

Fede

Profesor en Escritura Creativa. Lingüista y estudioso de escrituras expandidas y poéticas experimentales.