Por: becario EAD
El pasado 8 de marzo, en el que se festejó el Día Internacional del Feminismo, un joven, víctima de su ignorancia y probablemente de Google Maps, decidió que era buena idea atravesar una masa morada de féminas sedientas de sangre de camino a su domicilio, pero no contaba con que se aproximaba a una cita con su propio destino.
Ese mismo día, se viralizó un video en el que dicho sujeto era rodeado por manifestantes que se sintieron tan amenazadas con su presencia, que parecían haberse inflado como pez globo. Bastaron unos cuantos segundos de discusión para que una de las chicas de talla grande comenzara con las agresiones físicas.
Como vemos en el video, el joven que fue identificado como Abraham Precilla, cayó rápidamente en las provocaciones y se les fue a los golpes a las manifestantes que lo superaban en tamaño, fuerza y, sobre todo, peso… Por último, vemos cómo Abraham, descamisado y luciendo mejor chichi que muchas de las feministas, termina apartado de la multitud, con su moto vandalizada y totalmente derrotado, lo que muchos no están seguros de si fue el nacimiento de un héroe o un villano.
Aunque a algunos nos cueste trabajo defender a un conductor de vehículo de dos ruedas, muchas personas se pronunciaron a favor del motociclista, alegando que actuó en legítima defensa para librarse de lo que claramente se iba a convertir en un ritual de sacrificio feminista. Para otros, se trata de un simple provocador que se encontró con la situación perfecta para cumplir una fantasía que comparte con muchos: derribar a una gorda.
Para sus simpatizantes, Abraham se había convertido en un ícono de la igualdad de género y la justicia social, lo que lo hizo merecedor de todo el cariño y devoción que muchos de ellos le daban al pelón Temach, quien se acaba de retirar de las redes. Se empezaron a hablar de aportaciones monetarias, incluida la de Ricardo Salinas Pliego “El tío Richi”, que prometió reponerle su Italika con una de Elektra, lo que el joven vio como una magnífica oportunidad y, a diferencia del de la marcha, no quiso soltar este cochinito.
Abraham Precilla anunció una colecta en el sitio GoFundMe, en la que pedía 100 mil dólares para recuperar su moto que fue retenida, sus pasajes para ir por su moto, y la ayuda psicológica requerida para olvidar el olor de la chica con la que se agarró a madrazos, pero como toda persona que prueba las mieles de que le paguen por existir, decidió subir dicha cifra a 380 mil dólares, lo que vienen siendo 6.3 millones de pesos mexicanos, o 400 trillones de pesos argentinos, lo que a muchos ya les pareció un exceso y despertó fuertes críticas.
Es probable que, como todos los que manejan una Italika, Abraham solo sea un vividor que se aprovechó de esta situación, pero para muchos representa una figura incomprendida y defectuosa, pero noble, como Batman. Tal vez ahora le toca soportar ataques y ser perseguido, porque él puede resistirlo, porque no es un héroe, es un guardián silencioso, un vigilante protector, un caballero de la Marcha.
