En un mundo donde las ideas tradicionales sobre la masculinidad están siendo puestas patas arriba y calzones abajo, los hombres de hoy se enfrentan a un dilema épico: ¿cómo adaptarse a las nuevas masculinidades sin perder ese toque varonil que tanto caracteriza a algunos? Pues, no temas como Judas temió, hombre de bien, porque aquí te presentamos los cinco tips infalibles (o no tanto) para que navegues por las aguas misteriosas de lo que toda munier cree que quiere, aunque, en realidad, siempre van a preferir al vato chingón que las cuide y proteja.
- Llora en público (pero nada más tantito). Olvídate de esos viejos tiempos en los que llorar era solo para mujeres, bebés y el Licenciado. Ahora, un verdadero hombre muestra sus emociones, pero ojo, no estamos hablando de sollozos incontrolables. No, eso podría ser incómodo para todos. La clave es una lágrima solitaria, preferiblemente mientras ves un documental sobre la vida de las mariposas monarca o una película romántica. De esta manera, demuestras que tienes un corazón sensible y a lo mejor esto te puede ayudar a dar el primer paso con esa morrita que te gusta.
- Asiste a clases de yoga o pilates. Nada dice «nuevo hombre deconstruido sin testosterona» como una rutina de yoga al amanecer, seguida de una sesión de Pilates. Además de que ahí podrás tener enfrente un buen repertorio de muchachas como para estrechar lazos y pelvis. Asegúrate de llevar tu esterilla ecológica y una botella de agua reutilizable. Sin embargo, mantén un equilibrio: mientras estés en esa postura de perro boca abajo, suelta comentarios casuales sobre tus rutinas de levantamiento de pesas y de tu equipo favorito de futbol americano. Así, todos sabrán que sigues siendo el mismo macho alfa, solo que ahora más flexible y con mejor respiración.
- Cocina con pasión (pero no demasiado). Atrás quedaron los días en que la cocina era territorio exclusivo de las mujeres. Ahora, un hombre de verdad sabe cómo preparar un caldito o un pastel. Pero ten cuidado, no querrás que tus amigos empiecen a pensar que te has convertido en la Señora García, y menos en La Jitomata o La Perejila. Si alguien cuestiona tu virilidad, siempre puedes mencionar que la comida es una extensión de tu dominio sobre la naturaleza, como el macho cazador que eres.
- Practica el autocuidado. El autocuidado no es solo para las mujeres, y ya es hora de que te lo tomes en serio. Date baños largos, usa mascarillas faciales y ten una rutina de cuidado de la piel que haría envidiar hasta Manuel Velasco Coello, el esposo de Anahí. Si alguien te sorprende con una mascarilla de arcilla verde, solo di que estás experimentando con técnicas de camuflaje militar.
- No seas el padre ausente. El hombre moderno es un padre presente y activo, pero tampoco abuses. Ya no basta con ser el proveedor, ahora también cambias pañales y asistes a todas las reuniones de la escuela, con tal de ver a la maestra de inglés, obviamente. Pero, por favor, no exageres. No queremos que termines siendo el presidente del club de padres. Participa lo suficiente para que todos vean que eres un papá comprometido, pero deja claro que todavía tienes una vida ocupada y emocionante fuera de los columpios del parque. Recuerda mencionar tus aventuras de fin de semana en motocross o tus planes de escalar el Everest algún día.
Como ves, adaptarse a las nuevas masculinidades es un arte que les encanta a los machos que se rindieron a las nuevas tendencias de la chaviza progre. Pero, con estos tips, sin duda podrás navegar este nuevo mundo sin perder lo que te define como hombre, como macho alfa, como ongre, pues.