En un movimiento revolucionario que combina fe, tecnología y una oportunidad para todo pecador que no suelta el celular, el Vaticano ha anunciado el lanzamiento de Confesionario App, una aplicación móvil que promete llevar el sacramento de la reconciliación al siglo XXI. Desde la comodidad de su hogar (o del antro, si la fiesta aún sigue), los usuarios podrán descargar la app, confesar sus pecados, conocer la penitencia y recibir la absolución con solo un clic.
Confesionario App, estará disponible en versiones básica y premium, fue diseñada para adaptarse a las necesidades espirituales modernas. La versión gratuita incluirá la opción de confesar pecados veniales, como comer carne en viernes de Cuaresma o murmurar en misa. Sin embargo, los pecados mortales, como cuando te llevas a la secretaria al «cinco letras» o evadir impuestos, requerirán una suscripción mensual de $9.99.
Por un pago adicional, los usuarios podrán desbloquear características premium, como: «Pecador Pro», que absuelve hasta cinco pecados mortales por mes con acumulación para el próximo ciclo; «Indulgencia Express», que evita el purgatorio por un módico cargo extra; «Historial de Confesiones», un registro detallado para que no olvides qué tan pecador eres, por si alguna vez necesitas que un padrecito te escuche.
Para mayor seguridad y que tu esposa no te cache la vida pecaminosa que llevas, la app utiliza un sistema de reconocimiento de voz con inteligencia artificial, desarrollado por un equipo mixto de sacerdotes y programadores freelance, a quienes se les pagó con indulgencias plenarias. Una vez que el usuario graba su confesión, el algoritmo responde con frases como «Reza tres Ave María», todas autorizadas por el mismísimo papa Francisco.
«Queríamos algo que fuera accesible, pero también contundente. Al fin y al cabo, el perdón divino no es una broma y debemos adaptarnos a las nuevas generaciones, así como volver a captar a nuestros feligreses», declaró el padre Giacomo, líder del proyecto, mientras se abrochaba el cinturón, luego de salir de confesar a un monaguillo.
Por su parte, el Vaticano ya trabaja en una función extra para pecadores empedernidos, cuyo algoritmo emparejará a personas con pecados similares para que puedan formar grupos de apoyo virtuales. Además, se rumora que planean integrar un sistema de «recompensas espirituales», donde los pecadores acumularán puntos por confesiones frecuentes que luego podrán canjear por bendiciones e indulgencias.