La banda de malhechores denominada “Los fundillos guangos” atacó de nuevo la Ciudad de México repitiendo su modus operandi, éste consiste en aguantarse las ganas de jiñar por cuatro días y, justo antes del retortijón, salir a algún comercio cercano con baño de mujeres e intentar entrar a él haciendo el helicóptero con la pirinola y luego soltar la zurradera.
Evidentemente, los empleados de los establecimientos afectados, como personas normales que son, tratan de reconvenir a los señores que ya traen la verga de fuera y evitar que entren al baño destinado para mujeres y pasen al que está acondicionado para ellos: la gente con pirrirrín.
Dicha negativa es la que comienza la extorsión, ya que los pelados malencarados empiezan una trifulca violenta acompañada de una perorata de Derechos Humanos y un pliego petitorio en la que exigen que se les deje entrar al baño de mujeres a clonarse y, después, una indemnización simbólica que consiste en unas palomitas o, en casos extremos, dos palomitas.
El grupo delictivo actúa a la luz del día. El atraco más reciente lo llevaron a cabo en la Cineteca Nacional en donde un señor no quiso miar en el mingitorio y luego intentó romperle toda su puta madre a una policía mujer que salvaguardaba el tocador de ídems.
Se recomienda que extreme precauciones, ya que dichos delincuentes se disfrazan de mujeres y son casi imposibles de identificar.