Si La Casa de los Famosos México fuera una película pitera, ya estaríamos en esa parte en la que el villano muere de la forma más absurda posible y nos damos cuenta de que lo único que mantenía unidos a los “héroes” era tener un enemigo en común.
Hasta los más fieles seguidores del Team Mar aseguran que la competencia se ha tornado un tanto aburrida, pues ya están cansados de ver a los personajes que antes consideraban “icónicos” echados en el sofa atascándose las pocas paletas Holanda que pudieron esconder antes de que la marca retirara su patrocinio y se llevara su mercancía.
Las nuevas empresas que han aprovechado el descuento que dio Televisa para promocionarse en el programa, pues ya se habían quedado sin patrocinadores, le han quitado el poco glamour que le quedaba a la ex casa más famosa de México.
Tal es el caso de “Pollos Pepe”, que les mandó un pollo infectado con salmonella y ahora todos los habitantes se la pasan en el baño, “Taller El Chino”, que les ha estado enviando refacciones con las que no saben ni que hacer, o “Las brujas del mar”, colectivo feminista que los ha puesto a hacer dinámicas como “Adivina el micromachismo”, o “Ponle la cola al misógino”, juego para el que usaron una figura de cartón de Adrián Marcelo en tamaño real.
Fuera del clip de Mayito diciendo «¿Qué tiznados vamos a hacer con estas bujías, carajo?», que sí estuvo chistoso, la verdad, el contenido del reality ahora es insoportablemente monótono y, al igual que Arath de la Torre a Hacienda, nos ha dejado mucho a deber.
Basta con tener 3 dedos de frente y no 17, como Gala Montes, para inferir que todo esto fue ocasionado por la salida de Adrián Marcelo, quien, pese a que muchas personas juraban haber acabado con su carrera y que iba a tener que desaparecer del ojo público, no tardó ni 24 horas en encontrar un trabajo, posiblemente mejor pagado.
Durante las dos horas en las que tardó en llegar a la civilización, pues le tuvo que pedir raid a un trailero en la México – Toluca porque DiDi también quitó su patrocinio del programa, Adrián estaba repleto de dudas y lo invadió una enorme incertidumbre laboral, pero, al llegar a su hotel, todavía no llevaba ni medio porro cuando recibió una llamada de un hombre con risa de multimillonario que le dijo: «¿Tienes planes los siguientes dos meses?».
Esa voz que solo puede tener una persona que nunca ha probado una licuachela era la del mismísimo Ricardo Salinas Pliego. Ya que, desde que salió Yahir, a La Academia solo la ven los familiares de los participantes, el Tío Richie reconoció en Adrián Marcelo la oportunidad perfecta para revivir su programa, convirtiéndolo así en parte del jurado.
Las cualidades que el señor Salinas encontró en Adrián fueron esa espalda de acero que tiene para cargar reality shows, sus observaciones ácidas, su honestidad brutal, y la capacidad de hacer lo que él llevaba años intentando: destruir a Televisa.
