Por: Becario EAD.
El eterno debate que ha dividido a la chilanga banda del resto de México volvió a dar de qué hablar debido a la celebración del día de la quesadilla, en el que la popular empresa de leche Lala organizó una degustación de quesadillas, con queso, en la CDMX. Debido al insólito hecho, enviamos a nuestro equipo de corresponsales de EAD a recabar la nota y a que aprovecharan para tragar de gorra.
Al evento llegaron toda clase de personas, principalmente provincianos, esperando probar, por fin, una quesadilla con queso en plena capital, sin tener que solicitarlo explícitamente a un mesero o a doña Jovita, la del puestecito de la esquina.
Allí pudimos entrevistar a quien dijo llamarse Zacarías Blanco, quien se describió como un asiduo degustador de producto lácteo de diferentes especies, incluida la Leche de humano macho, como presumió. «Me aficioné a la leche desde muy joven, cuando mi tío me mandaba sacarle la leche… ¡a la vaca, eh! No vayan a pensar mal», nos confesó.
El oriundo de los Altos de Jalisco, donde los hombres se dan en montón, se dejó ver muy molesto debido a que la empresa lechera no maneja algunos tipos de queso que le hubiera encantado probar: «¡Ay, no! Yo esperaba probar queso Bada, Badero o Badón, del que tanto me han hablado mis amiguis, pero trajeron puro del Oaxaca y Adobera todo aguado, ¡guácala!».
Al verlo tan molesto, un gerente de la empresa intentó calmarlo dándole unas pruebas de queso Bar, una nueva línea que buscará promover la diversidad y la inclusión, y así llegar a la boca de muchos mexicanos que gustan de los productos de la leche que Zacarías tanto prefiere. Luego, tanto el alteño como el gerente se hicieron los perdidos.
A final de cuentas, la pugna por las quesadilla con o sin queso sigue y seguirá por mucho tiempo, por eso te recomendamos comértela sentadito y como te guste.






