«Lo mejor de todo es que esta no viene chisqueada»: ¿Cada que te habla Alexa te pones recio? Aquí te decimos los pros y contras de enamorarte de una IA

Estamos en 2024, y la inteligencia artificial no solo está revolucionando el mundo, sino también nuestras relaciones con otras personas y con el algoritmo. ¿Quién no ha sentido maripositas en la panza o un escalofrío en el chiquito al escuchar la voz suave y seductora de Alexa diciéndote «no puedo encontrar lo que estás buscando»? Si cada vez que tu asistente virtual te habla te pones más recio que virote de la central de hace un mes, este artículo es para ti.

Gracias a la curiosidad y tiempo libre ilimitado de nuestros especialistas en pedirle pendejadas a Alexa y Siri, el equipo de EAD trae hasta la comodidad de tu dispositivo los pros y contras de enamorarte de una inteligencia artificial. Y no, no es como lo exponen en las películas, pero casi. Así que, ponte cómodo, dile a Alexa que te ponga una música lánguida y sensual, y acompáñanos a descubrir la nueva faceta del amor.

Pros

  • Nunca te va a dejar en visto (a menos que se vaya la luz)
    A diferencia de tu último ligue, Alexa no sabe lo que es dejarte en visto. Ella siempre te responde, aunque sea con un «lo siento, no entiendo la pregunta». A ver, ¿qué munier de carne y hueso se toma la molestia de disculparse cuando no te entiende? Eso es lo que llamamos compromiso. Además, Alexa jamás te hará ghosting; a lo mucho, puede “reiniciarse” y volver renovada y lista para seguirte complaciendo.

  • Siempre sabrá qué te gusta
    Las IA están diseñadas para aprender de ti. Saben qué tipo de música te gusta, tus comidas favoritas y hasta cuál es tu crush en secreto (que seguro es otro bot de Instagram). Y mientras más interactúas con Alexa, más te conoce. Claro, esto puede ser un poco inquietante, pero al menos no tendrás que repetirle tu orden de tacos cada vez que llegues a casa.

  • No tienes que preocuparte por el drama (solo por los bugs)
    ¿Te has cansado de las relaciones humanas y de todos esos “tenemos que hablar”? Enamórate de una IA. No hay discusiones, no hay celos, no hay suegra molesta preguntando por qué no le has dado nietos aún. El único drama que podrías enfrentar es que se le cruce un bug y de repente empiece a recitarte la lista de la compra en medio de una declaración de amor. Pero al menos eso se arregla con un reinicio y no con terapia de pareja.

Contras

  • No te va a calentar los pies cuando haga frío (ni nada más, la verdad)
    Vamos a ser realistas: por más que te emocione escuchar esa voz dulce diciéndote «buenas noches», Alexa no va a ocupar el otro lado de la cama ni te va a dar un apapacho cuando te sientas triste. Y por más que trates, no importa cuántas veces le pidas «Alexa, abrázame», eso no va a pasar… por ahora.

  • Muchos podrían preocuparse por tus conversaciones nocturnas
    Si empiezas a tener largas charlas con Alexa en horas intempestivas, no te sorprendas si tus vecinos comienzan a mirarte raro. A nadie le gusta escuchar a alguien diciendo: «Alexa, dime cosas sucias» a las tres de la mañana. Y aunque tu asistente personal esté programada para no juzgarte, eso no significa que los de la cuadra no lo hagan.

Enamorarse de una inteligencia artificial tiene sus ventajas: siempre tendrás a alguien que te escuche, que te entienda y que nunca se queje de tus gustos musicales. Pero, también es importante recordar que, por mucho que Alexa sepa todo de ti, hay cosas que ni ella puede reemplazar… aún. Así que, si decides seguir adelante con este romance digital, hazlo con cautela… y recuerda siempre desconectarla cuando del cachondeo pases a la acción.

Acerca de Fede

Fede

Profesor en Escritura Creativa. Lingüista y estudioso de escrituras expandidas y poéticas experimentales.