Durante varios años, ha existido en la política nacional el debate sobre si es necesario, pertinente y constitucional el proceso de militarización que empezó por asignarle al ejército labores policiales y que culminó en ponerlos a cobrar los boletos del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Por fortuna para todos los mexicanos, en días recientes el ministro de la SCJN, Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea, ha resuelto el problema con un brillante uso de sus conocimientos jurídicos, lógicos y filosóficos.
En una declaración que le hubieran envidiado al mismo tiempo Mario Moreno «Cantinflas» y Jimmy «Saul Goodman» McGill, el ministro Zaldívar declaró: «Los militares no son militares, son civiles en situación de uniforme, por lo que no existe ningún conflicto para asignarles todas las tareas que el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la Nación y presidente de la república, mi cabecita de algodón, tenga a bien».
Una declaración muy normal. El país va de maravilla.