Luego de salir con un «hombre feministo», chavita bien descubre que los restaurantes cobran

Una mujer de la tribu urbana conocida como «las niñas Lomecán», y evidentemente originaria de Querétaro, describió con horror cómo fue una cita en la colonia Roma, CDMX, con un autoproclamado «hombre feministo».

Lo que más impactó a Ana Pau, la protagonista de la historia, no fue ni el olor a obo de Tonatiuh, ni el hecho de que se pusiera a llorar después del postre por la violencia ejercida contra las vacas para reproducirlas y extraerles la leche, sino la propuesta de «dividir la cuenta».

Fue una sorpresa para Ana Pau darse cuenta de que los restaurantes cobran por los alimentos que ahí se sirven.

«¿Es neta?», cuestionó la queretana, «o sea, me acabo de enterar; cuando salgo con mi familia, ¿mi papá tiene que pagar; y cuando salía con Santi, mi ex de Querétaro, ¿él tenía que pagar?».

Ahora que Ana Pau vive en la Roma Sur, se espera que siga compartiendo contenido en sus redes sociales a medida que vaya descubriendo cómo funciona el resto del mundo.

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