En una prueba más de que vivimos dentro del sueño de alguien que cenó muy pesado, una cámara de seguridad en Morelia, Michoacán, logró captar a un grupo de mariachis peleando contra un presunto “tragafuego”, el cual, al calor de los golpes, no dudó en usar el elemento que domina para agredir a sus adversarios, que de por sí ya estaban bien encendidos.
El enfrentamiento, que irónicamente se registró a las afueras de la taquería El Infierno, se habría originado después de que el tragafuego, quien responde al apodo de “El Soplete”, se quejara de que los mariachis estaban cantando “Cielito Lindo” una y otra vez, no solo distrayéndolo de su trabajo, el cual requiere bastante concentración, sino haciéndolo emperrar por la falta de originalidad.
Como el hocico del tragafuego, las cosas no tardaron en calentarse. Los mariachis, indignados por los comentarios del joven, se pusieron a la defensiva y la discusión empezó a subir de tono, al punto de que comenzaron con las agresiones físicas mientras le repetían: «¿Cómo no te va a gustar el Cielito Lindo, pendejo?».
El tragafuego, no queriendo ser incendiario, decidió huir del lugar, pero ya era demasiado tarde. Los mariachis estaban decididos a llegar hasta las últimas consecuencias y no descansaron hasta alcanzarlo:
El Charizard se queda menso#CirculaEnRedes📹 "Tragafuegos" incendia a dos mariachis en #Morelia, #Michoacán durante riña
— Gente Mamando (@GenteMamando) May 20, 2024
Así quedó grabado el momento en una cámara de seguridad pic.twitter.com/3iRYbPMaum
Como muestran las imágenes, después de que los músicos le echaran montón al que parece ser la última evolución de Charmander, terminaron siendo rociados con lo que podría ser gasolina o agua de la alcaldía Benito Juárez para después ser atacados por bolas de fuego y terminar ardiendo por andar de ardidos.
Nadie justifica el proceder del tragafuego, pero para muchos, los mariachis debieron haber previsto que no era la mejor idea ponerse al tú por tú con alguien que vive de manipular el fuego y puede lanzar llamas por la boca. Siempre recuerden que no hay que jugar con lumbre.