Los discursos de odio siguen haciendo daño en pleno siglo XXI.
Este martes, en las ordenadas calles de Nezahualcóyotl, Estado de México, unos vecinos intolerantes denunciaron a un hombre que paseaba a su mascota sin molestar a nadie, por lo que elementos de la policía municipal de Neza lo detuvieron para hacerle preguntas personales, como por qué llevaba a un cachorro de tigre de Bengala en el auto.
El detenido informó que todo bien, todo tranqui, y que su papá había comprado al minino en un criadero para fines que no le incumbían a la autoridad.
«Aquí traigo todos los papeles, pero me discriminan por ser animalista», son declaraciones que no hizo el detenido, aunque en la redacción de EAD nos hubiera gustado que las hiciera.
La fiscalía abrió una carpeta de investigación y el felino fue trasladado al zoológico de Los Reyes La Paz, también en el Estado de México, donde permanecerá seguro (¿?) hasta que se acredite su propiedad o termine siendo carnitas en un puesto de lámina en Tecámac de Felipe Villanueva.