El Tribunal Supremo del mejor país del mundo, Estados Unidos, llegó a la conclusión de que los presidentes tienen amplia inmunidad penal por los actos realizados en el ejercicio de su cargo, por lo que al magnate, terror de los progres y expresidente del gabacho, Donald Trump, no tiene responsabilidad por actos contra la ley mientras fue presidente. Es decir, pudo haberse hecho pipí en la bandera de las barras y las estrellas mientras fue presidente, y quizás lo llegó a hacer, y no podrían hacerle nada.
En una de cal por las que van a arena, esto representa un gran triunfo para el exmandatario y, fiel a su estilo, lo ha celebrado en su red social, en la que escribió, con letras mayúsculas: «Gran victoria para nuestra Constitución y democracia. Orgulloso de ser estadounidense», seguramente, mientras brindaba con varias edecanes en el jacuzzi del Penthouse de la Torre Trump.
Por su parte, algunas juezas progresistas mostraron su desaprobación por la determinación del Tribunal, al mencionar que ahora el presidente está por encima de la ley, como siempre ha ocurrido, porque para eso es el poder o quién sabe. Lo cierto es que dicha sentencia se da a poco más de cuatro meses de las elecciones en las que Trump se perfila para regresar a la Casa Blanca y días después de que el actual presidente, Joe Biden, hiciera el ridículo en el primer debate presidencial.
«Celebro la decisión de los jueces, a quienes para nada tuve que intimidar o sobornar, lo hicieron porque creen en mi proyecto y quieren defender la democracia. Nos vemos en noviembre, para ver ahora sí que aquí truenan mis chicharrones. Ahora que regrese a la Casa Blanca voy a armar una pachanga mamalona y quizás haga dos o tres locuras, como mearme en la silla presidencial», pudo haber dicho Trump a uno de sus asistentes, luego de que se diera a conocer el fallo que le permitirá hacer lo que le venga en gana ahora que saque al Biden con todo y pañales.
Contra todo lo que los demócratas desearían, con el debate, este fallo y lo que venga en la campaña, parece que el lema «Make América Great Again» volverá a escucharse con fuerza en las paredes de la Casa Blanca y en todo el mundo. Pues a ver qué.