Meghan Markle no se cansa de violentar a la familia real y ahora parece estar dispuesta a demandar al Príncipe William si se atreve a quitarle el título de “duquesa de Sussex”.
Según medios británicos, la exactriz anda más nerviosa que Harry cuando la escucha ponerse el strap-on, pues el rey Charles está cada vez más cerca de la pestañita sempiterna y sabe que, por razones desconocidas, no es del agrado de William.
Al parecer, Meghan hará lo que sea con tal de seguir firmando “HRH” en los correos en los que pide que la inviten a podcasts para hablar de lo difícil que es ser millonaria en California.
Gracias, Harry, por enseñarnos una valiosa lección: nunca contraer matrimonio con la servidumbre.






