El nuevo enemigo de la mitad de los mandatarios de Sudamérica vuelve a dar de qué hablar, ahora porque un juez de la Corte Suprema brasileña ordenó este viernes la suspensión de la red social X en el país, el cual cuenta con 20 millones de usuarios. Lo anterior luego de que el magnate Elon Musk incumpliera la orden de nombrar, en un plazo de 24 horas, un representante legal de la plataforma en Brasil, porque, básicamente, él no acata órdenes de nadie y le valió pura reata.
Tan solo por ese berrinche, el magistrado Alexandre de Moraes, dictó que la agencia encargada de las telecomunicaciones se encargara de aplicar el castigo, suspendiendo la aplicación en todo el país. La sentencia tiene que ver con una investigación por la difusión de «noticias falsas», de esas que no les gustan a los gobiernos de izquierda, o sea, noticias verdaderas.
En otras palabras, todo esto se lo ganó el señor Mocs (como suele llamarlo Nicolás Maduro) por andar de desobediente y no ayudarle a las autoridades a hacer su chamba. Así que todo parece indicar que los brasileños andarán muy apartados de lo que acontece en el mundo y podrán disfrutar de la realidad de malvivir en sus favelas. A ver cuánto les dura el gusto a las autoridades brasileñas, comandadas por Lula da Silva.
«A mí me la vienen Pérez Prado, como dice mi jardinero. Si lo que quieren es suspenderme la red, pues luego a ver si mejor no regreso y luego qué van a ser para tener entretenida a la gente. Pero ese Lula me las va a pagar, pinche viejito. Y no voy a borrar cuentas de nadie, porque para eso es mi red, cabroncito», se dice que esto habría comentado Elon Musk a un reportero, mientras hacía un dibujo de Lula, en una posición obscena, en una libreta.
Por si esto fuera poco, el juez también habría embargado las cuentas magnate bancarias de la empresa Starlink, también propiedad de Musk y que ofrece servicios de internet vía satélite, nada más para pagar las multas que esta suspensión ocasione. Ni modo, el buen bagre humano va a tener que torcer la mano y bajar las cuentas de los ultraderechistas que atacan a la pobrecita izquierda latinoamericana que encabeza Lula, que nunca ha utilizado la mentira para obtener el poder.