Por: becario EAD
Se han viralizado las imágenes de una mujer de cuerpo diverso haciendo un acto de exhibicionismo en un supermercado. En un principio muchos internautas pensaron que se trataba de una modelo «plus size» (la talla que estalla, por decirlo de otra forma) haciendo una campaña para alguna marca de lencería, pero en realidad se trataba de quien ya fue bautizada como «Lady Aurrerá».
Vestida con una sudadera que seguramente también usa de funda para su Vochito, unos pants holgados y una cangurera encima de la cangurera biológica que Dios le dio, la mujer se paseaba de manera sospechosa por los pasillos del Bodega Aurrerá, lo que levantó las sospechas de algunos de los trabajadores y rápidamente fue encarada para una revisión, cosa que no tomó de la mejor manera y la hizo ponerse muy pesada.
Los empleados de la tienda de Mamá Lucha estaban convencidos de que la mujer escondía diversos artículos dentro de sus prendas. Como si tuvieran rayos equis, decían ver clarito cómo en ese abdomen voluminoso guardaba golosinas, un Paketaxo, algunos electrónicos y hasta una almohada ortopédica. Además, aseguraban que en su ingle se podían apreciar las bolsas de frijol, arroz y demás despensa.
La sospechosa se negaba a ser revisada, por lo que comenzó a discutir con los trabajadores y fue ahí cuando las cosas comenzaron a subir de tono. Entre manotazos y maldiciones, la mujer negaba ser una “fardera” y amenazaba a uno de los empleados que intentaba contenerla sin responder a las agresiones.
Como se aprecia en el video, después de que le sacaran el tapón y hasta los ojos, Lady Aurrerá buscó refuerzos llamándole a algún miembro de su familia. Al colgar, se armó de valor y procedió a cerrar bocas desnudando la parte superior de su cuerpo, dejando ver que el voluminoso bulto de su abdomen no estaba compuesto de artículos robados, sino que era panza normal, y la protuberancia que se formaba debajo de su cangurera solo era un monte de Venus que no encuentras ni en Júpiter.
«JAJA, una ya no puede tener panzanocha a gusto porque te acusan de ratera», «¡Es como si una licuachela fuera una persona!», «De seguro todo se lo metió en las pompis xD», fueron algunos comentarios que se pudieron leer en la plataforma X.
Aunque la mujer mostró no ser ningún pan de Dios y su comportamiento daba a entender que se traía algo entre manos, los empleados no tuvieron forma de comprobar el supuesto robo y decidieron dejarla ir, asumiendo que tal vez no se trataba de un robo masivo y que lo único masivo fue el prejuicio con el que trataron a su clienta.
Y su panza.
