El Dalái Lama causó controversia luego de que se hiciera público un video en el que besa en la boca a un menor de edad y luego le pide que le chupe la lengua.
Las reacciones no se hicieron esperar en Twitter, la plataforma de redes sociales conocida por sus puntos de vista sensatos y nada extremistas. Por una parte, los defensores del dirigente religioso justificaron su acción con el argumento de que «así son los usos y costumbres de allá, hay que respetar, como en Oaxaca y Guerrero respetamos que vendan niños». Mientras que la Liga de la Decencia tuitera condenó al líder espiritual con la ya conocida frase de «los niños no se tocan», que en este caso aplicó de manera literal.
En un comunicado oficial, la Administración Central Tibetana ofreció disculpas por «la conducta juguetona del Dalái Lama» y aseguró que todo se debió a un malentendido derivado de que al líder «le gusta saludar y despedirse bien».
El mismo Dalái Lama dio por zanjada la discusión con un tuit en el que expresó: «Pido disculpas si se malinterpretó el inocente gesto de querer meterle la lengua en la garganta a una creatura, nada más me estaba despidiendo bien».