En un mundo donde el rendimiento en «el delicioso» es tan importante como el café de la mañana y no perderse la novela de las nueve, no es de extrañar que busquemos cualquier ayuda extra para dar el cien por cien. A pesar de que no somos máquinas y que no es prudente someternos a pruebas extremas, como durar más de cuatro minutos, podemos hacer la lucha para no quedar en ridículo. Por eso, nuestro valiente equipo de redacción de EAD se dio a la tarea de investigar y probar la veracidad de ciertas creencias al respecto de los alimentos que prometen convertirte en esa bestia que nunca has sido en la cama.
Olvídate de los remedios de tu tío, las pociones mágicas y las pildoritas azules, aquí te traemos cinco alimentos que te harán rendir mejor entre las sábanas, de preferencia si debajo de ellas se encuentra la morrita que te gusta o alguna de tus seis novias.
- Mariscos. ¿Quién no ha oído hablar de estos populares afrodisiacos? ¿Qué tal te caería un coctel de pulpo y camarón para levantarte ese camarón caído que parece que ya nada más tienes de adorno? Con altos niveles de zinc, los mariscos ayudan a aumentar la producción de testosterona, o sea, la hormona que le sobra a Ana Gabriela Guevara. Con estos manjares, no cabe duda de que estarás listo para chupar algo viscoso y resbaladizo, como las ostras y otras cositas. Ya si de plano no te dan ganas después de eso, tal vez estás destinado a una vida de soltería. Por cierto, evita entrar a un antro gay y pedir mariscos para comer, porque te podrías llevar una sorpresa.
- Chocolate. El chocolate, especialmente el oscuro, está lleno de feniletilamina y serotonina, dos compuestos que mejoran el estado de ánimo y el deseo. Comer un buen trozo de chocolate puede ser el preludio perfecto para una noche de pasión. Si quieres llevar esto al extremo, solo procura que tu chica sea de ese color especial y habrás matado dos pájaros de un tiro, para levantar a uno casi muerto. Pero cuidado, no vayas a atragantarte, podrías terminar más empalagado que con ganas. Después de todo, no quieres que tu desempeño sea tan decepcionante como un postre mal hecho. Espóiler: para la munier exigente siempre es decepcionante.
- Aguacate. Los aztecas lo llamaban «ahuacatl», que significa testículo. No es coincidencia, porque el aguacate está lleno de vitamina E y grasas saludables que mejoran la circulación y la libido. Así que, la próxima vez que te prepares un guacamole, recuerda que podrías estar preparando más que solo un aperitivo. Nada mejor que las deliciosas carnes de una hembra con su guarnición de aguacatito, para que nada falle. ¡Atáscate, compadre!
- Sandía. La sandía es rica en citrulina, un aminoácido que mejora la circulación sanguínea. Esto puede resultar en un efecto similar al de la famosa pastillita azul que le robas a tu tío. Así que, si ves a alguien comiendo sandía con entusiasmo, ya sabes por qué, y si eres tú al que se le va la cara roja de tanta sandía, pues bien por ti. No te sorprendas si, después de unos cuantos trozos, empiezas a sentirte más duro que un campeón olímpico y tan listo para la deslechada como vaca con becerro.
- Espárragos. Y aquí está, el alimento que no creerás: espárragos. Ricos en vitamina B6 y ácido fólico, los espárragos pueden aumentar el deseo sexual y mejorar el estado de ánimo. Además, su forma fálica puede ser un buen recordatorio visual de lo que tienes en mente, además de una copia fiel de lo delgadito y frágil que tienes el miembro. Así que, la próxima vez que estés en el mercado, no subestimes el poder de estos tallos verdes, porque pueden ser tu salvación para dar unos buenos tallones a la morrita que te gusta. Quién sabe, tal vez un plato de espárragos al vapor sea justo lo que necesitas para levantar a la bestia, aunque sea tus dos minutitos de rigor.
Así que, la próxima vez que te sientas un poco apagado a la hora que tener que sacar a pasear a los chamacos, recuerda que la solución podría estar en tu cocina. Desde ostras hasta espárragos, estos alimentos no solo son deliciosos (aunque no tanto como unos tacos de lengua en salsa verde), sino que también pueden dar ese empujoncito extra que necesitas para alcanzar los ansiados tres minutos, porque tampoco se trata de hacer cosas sobrehumanas. Así que prepárate, come bien y asegúrate de que tu próximo encuentro sea más memorable que nunca o, al menos, que sea memorable.
