A todos nos ha pasado que por fortuna estás frente de esa morrita que te gusta y, en un intento desesperado por parecer interesante, dices lo primero que se te ocurre… solo para ver cómo la otra persona hace esa mueca incómoda y ya no vuelve a verte igual. Así que toma nota, porque nuestro arriesgado equipo de comunicólogos del amor y expertos en el arte de ligar, más algunos colados de la Sala de Redacción de EAD, se dieron a la tarea de indagar en esos temas escabrosos que evitarán que las muniers te saquen la vuelta, porque les harta que les platiques tus hazañas domingueras en el Minecraft.
Por eso, aquí te presentamos los cinco temas que debes evitar a toda costa para ligar con esa morrita que te pone recio todos los días, salvo que te guste sabotear tus propias citas, estés en contra del propósito divino de crecer y multiplicarte o, ya de plano, te guste la longaniza de ongre.
- Tus proyectos para ser millonario. Este tema te hará parecer más a un gurú de inversiones ficticias que a alguien divertido con quien salir. Es tentador querer impresionar diciendo que casi invertiste en Bitcoin cuando era baratísimo, pero la cruda realidad es que terminarás hablando más de mercados fluctuantes que de momentos juntos, y de cochar ni hablemos. Además, cuando le saques el PapiCoin (tu invención secreta que «cambiará el mundo»), probablemente lo único que gane interés en esa munier sea irse a dormir temprano y sola.
- Contarle que tienes un negocio de repostería. Nada menos sexy que describir la cocina en la que harás tus galletas imaginarias. Prometerle que le harás «cupcakes solo para ella» es como decirle que quieres ser el amigo gay al que le cuente sus secretos. Ella va a ver esas promesas como puro relleno de chocolate falso, o peor, te verá como una competencia para lanzarse sobre el compañero carita. Mejor guárdate tus habilidades culinarias para cuando la hayas tenido en la cama y se despierte con hambre.
- Los viajes con tus ex. Nadie, menos ella, necesita oír sobre tu «vida al límite» que solo viviste en tus sueños. Decirle que casi, casi, te subes a una cabina en Ibiza, pero que el vuelo se canceló y por eso sigues aquí, deja claro que no eres ni DJ ni aventurero. Esas historias de vida loca se ven mejor en las películas que en tus citas, y lo único que lograrás es que ella crea que todo lo demás que le cuentes es igual de inventado. Mejor ahórrate el show, sé un chingón y no solo digas que lo eres.
- Tus clases de aeróbics o yoga. Interesante…, pero nel. Este tema está un muy quemado y es contraproducente, incluso peor que el número 2. Si sacas este tema no la cabrá la menor duda de que te gusta el arroz con popote. Primero, salte de esa mamada para que no tengas la tentación de platicarla. Que le hables de tu conexión espiritual y autocontrol está muy bien, pero no en la primera cita, mucho menos cuando ni cita han tenido.
- Tu lado otaku. Los videojuegos, el anime y esas mamadas pueden ser divertidos, pero si sueltas en la primera conversación que tienes maratones de fin de semana o que te la vives en la friki plaza, lo único que esa morrita va a pensar es que si te gusta encerrarte a jugar sin parar con tus amigos otakus, ni la vas a pelar. Ella sabrá que no hay manera de competir con One Piece. Claro, dile que eres el héroe virtual que salva al mundo y que tienes técnicas avanzadas en juegos, pero si pretendes hablar más de estrategias que de sus gustos, olvídate de una segunda cita.
La moraleja aquí es clara: si quieres una noche de pasión, no la cagues. Guarda tus planes para ser millonario, tus gustos raros y tu mundo otaku para tus amigos, y recuerda que si quieres llamar la atención de alguien especial, es mejor mantener las cosas relajadas. Una buena conversación que la haga reír es todo lo que necesitas y eso hará más magia que todos esos temas que te provocaron palizas en la escuela. Por eso, que tu mantra sea: donde entra la risa, también entra la longaniza.