Por: becario EAD
Paris Hilton presumió las fotos de su hijo Phoenix en varias publicaciones en sus redes sociales y la reacción de la gente no fue la esperada. Las imágenes no tardaron en generar preocupación debido al enorme tamaño de la cabeza del pequeño, al que en un principio los fans habían confundido con un Funko Pop.
«¿Quién es el papá? ¿El Megamente?», «Ya se le desconchinfló el aparato a la pobre Paris», «Ese wey nació sabiéndose su curp, jaja», fueron algunos de los comentarios de los internautas.
Una de las posibles explicaciones que daba la gente, era que el bebe posiblemente había nacido hidrocefálico (no confundir con «hidrocálido», otro terrible padecimiento que consiste en haber nacido en Aguascalientes). De acuerdo con especialistas, la hidrocefalia es una enfermedad que produce la acumulación excesiva de líquido dentro de las cavidades profundas del cerebro, lo que explicaría perfectamente por qué la cabeza del bebé parece que tiene su propio campo gravitatorio.
Actualmente, Paris Hilton se sigue recuperando de su parto, pues si bien no es el primer cabezón que le sale de ahí abajo, fue sin duda un proceso doloroso y se espera a que vuelva a caminar al mismo tiempo que su bebé. Además, la famosa heredera reprobó la manera en que la gente se tomó la libertad de opinar del cuerpo del pequeño, y exigió respeto y empatía, aclarando que su hijo se encuentra perfectamente sano y a diferencia de él, las teorías compartidas no tienen ni pies ni cabeza (sobre todo cabeza).
«Al vivir la vida bajo los reflectores, los comentarios son inevitables, pero apuntar a mi hijo, o a cualquier otra persona, es inaceptable. Esto me duele en el corazón más profundamente de lo que las palabras pueden describir», publicó en sus historias de Instagram.
Dejando fuera toda especulación, memes y demás burlas, todo parece indicar que Phoenix Barron es un niño totalmente normal, juega con su sonaja (que curiosamente tiene la misma forma de su cabeza), se alimenta muy bien y directo del envase (prohibido antojar), le gusta ver Paw Patrol, leer el quijote, hacer flotar sus juguetes, doblar cucharas con la mente y demás cosas de un bebé promedio.
No cabe duda de que las redes sociales son tóxicas y los usuarios no respetan ni a los recién nacidos.
