«Pero sí se arma la carnita al rato, ¿no?», con todo y batalla campal, diputados de Nuevo León designaron nuevo gobernador

En una sesión muy animada, donde hubo aventones, guamazos y hasta bombas de humo, los diputados de oposición del Nuevo Nuevo León designaron a quien será el gobernador de la entidad más regia y más «despídete bien, prima» de México, Nuevo León, a partir del 2 de diciembre, en cuanto el Samuelito de Marianis se vaya de licencia, a ver si se le hace ser «the president of the mexicans, paps».

El agraciado es nada menos que Luis Enrique Orozco, quien pasó de mendigo a millonario, o sea, de segundón a próximo gober interino por seis mesecitos, luego de tomar protesta escoltado por elementos ministeriales desde la calle y hasta el pleno, «porque el regio no anda en burro». 

«Voy a devolver al estado el mando de un machito viril como se merece, no como el papudo, fresón y mandilón ese, que se deja mangonear por su señora», pudo o no haber dicho el nuevo gober interino en su primera declaración como gobernador designado.

La designación del susodicho, sin embargo, pasó a segundo plano de la nota nacional, pues la sesión se convirtió en un zafarrancho digno del Planeta de los Simios, porque algunas personas encapuchadas se metieron a la fuerza, tomaron la tribuna y lanzaron bombas de humo, o quizás, entre todos, coordinaron sus fundillos para soltar la mayor flatulencia vista.

Ni MC ni el PRIAN se adjudicaron la patria potestad de los animalitos rijosos y violentos, pero cada uno se aventó la bolita entre sí, aunque ya fueron identificados algunos de los energúmenos como simpatizantes del partido de las naranjas. Obviamente, esta novela continuará, ¡iñor! Sí podía saberse.

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