El gobernador más tío que la arma de pedo por todo en las reuniones familiares, Rubén Rocha Moya, presentó este domingo su segundo informe de gobierno al frente de Sinaloa, estado donde, según el Licenciado, la gente es muy chambeadora y honesta, puro pueblo bueno. Aunque, más allá de los otros datos que presentó el mandatario, lo que causó polémica fue una declaración que hizo respecto a la incidencia de adicciones en su estado.
El gobernante morenista, quien ha tenido otras polémicas por no sentarse de hocico, dijo que él consideraba «más feo» tener un hijo adicto que uno con discapacidad u homosexual. Lo bueno que luego luego dijo que para nada era homofóbico y exhortó a las familias a que quieran y comprendan a sus hijos de esa preferencia, no se les vayan a ir por el mal camino, como ser gobernador.
Ya, más para componerle que otra cosa, dijo que no hay que aborrecer a las personas de esa preferencia y que la diversidad es parte de «nuestra humanidad», pero que ojalá a él no le toque esa bendición. Esto último quizá no lo dijo, pero seguro que lo pensó.
Por otra parte, las redes sociales no tardaron en condenar las expresiones del gober. Por ejemplo, la diputada trans Salma Luévano, también morenista, le cuestionó, por medio de Equis punto com, la «estúpida comparación», pues dijo que es peor tener servidores públicos todos mecos y prejuiciosos, además de que de seguro es un pitochico y bueno para nada, o algo así.
Finalmente, la diputada le exigió una disculpa pública, lo que seguramente no pasará, pues el señor trae la misma escuela del Licenciado.
