Unos policías municipales se robaron un cartón de cervezas de la puerta de un domicilio de Naucalpan.
Así nomás. La noticia es ésa. Policías de Naucalpan que patrullaban las calles del municipio, a plena luz del día, se robaron un cartón de cervezas que estaba al pie de la puerta de un domicilio en las calles que ellos patrullaban.
No se robaron un dispositivo de valor considerable o algo inaccesible para su economía o para la nuestra; como viles cacos, se robaron un pinche y miserable cartón de cerveza que dejó sin micheladas a una familia honrada.
La camioneta avanzaba despacio y uno de los tripulantes se bajó del vehículo, corrió por el cartón y lo metió a la patrulla. Luego huyeron a seguir vigilando para que nadie robe o cometa otros ilícitos.
Te imaginas la conversación entre los raterillos mugrosos
—’Ira, güey, un cartón.
—¿Nos lo chingamos?
—Vavavavavavavavavavvavaa.
—Órale, en chinga.
—Güey, sí está lleno. No te mames. ¿te orillas y nos las chingamos?
—No mames, estamos trabajando, ¿cómo vamos a hacer eso?
(Risas nacas generalizadas).
Los elementos no han sido localizados. No van a ser localizados.
