Por: becario EAD
La naturaleza es maravillosa. Los machos de muchas especies llegan a límites inimaginables para impresionar a una hembra en busca de apareamiento, y el humano no es la excepción. Ya sea pidiendo botellas que llegan con bengala en el antro, usando una motocicleta ruidosa, autodenominándose como “aliade” o escuchando canciones de Taylor Swift, son muchos los hombres que revelan que están dispuestos a todo para llamar la atención del sexo opuesto, convirtiéndose en el güey que dice «si no la pongo con esto, me mato».
Tal fue el caso de un apasionado joven que, para llamar la atención de su crush, la influencer y ̶p̶r̶e̶p̶a̶g̶o modelo, Karely Ruiz, decidió tatuarse su figura en el brazo. A diferencia de Cristian Nodal y Lupillo Rivera, quienes se tatuaron la cara de Belinda y la intérprete del “Sapito” no les dio ni a oler el ídem, Karely se vio profundamente conmovida por el gesto de su admirador y, en agradecimiento, decidió regalarle la noche de su vida.
Como un encuentro de ese tipo solo dura lo que dura dura, decidieron inmortalizarlo en un video que después se filtró. En él se aprecia al joven, quien protegió su identidad con un antifaz para que piensen que es otro güey que también tiene un tatuaje enorme de Karely Ruiz en el brazo, entregándose por completo al acto amatorio, sin preservativo y sin miedo al ̶c̶h̶a̶n̶c̶r̶o qué dirán, le mostró su total devoción a la influencer.
De esta manera, con un simple tatuaje, y probablemente dándole $4,000 pesos para el Uber, el fan #1 de Karely Ruiz pudo ganarse un encuentro íntimo con ella. El material no tardó en viralizarse y despertó todo tipo de comentarios en los internautas, sobre todo porque, aunque el sujeto se veía sumamente emocionado y en un evidente estado de excitación, nunca se le vio más tieso que Karely, quien recibió críticas por solo quedarse ahí, postrada, inerte.
Además de abrir un diálogo sobre los límites que deben tener las figuras públicas con sus seguidores, esta situación también motivó a muchas personas a tatuarse de igual manera la cara de aquellos a quienes admiran, esperando algún tipo de gesto en agradecimiento. Por ejemplo, Lord Molécula, que ya anunció que se tatuó al presidente López Obrador en uno de sus muslos, o algunos de los miembros del equipo de El Águila Descalza, que ya están pensando dónde tatuarse la cara de Mariana Rodríguez.