Durante una de sus insaboras conferencias mañaneras, la doctora Claudia Sheinbaum, presidente de nuestro México de oro, anunció con orgullo el próximo lanzamiento del primer auto eléctrico mexicano que, en palabras de la mandataria, «podrá ser recargado con diablitos sin correr el riesgo de incendiarse», lo que inmediatamente ha provocado euforia en los mexicanos y mucha envidia por parte de Elon Musk.
El vehículo, que llevará por nombre Olinia, promete ser el primer carro eléctrico que se alimentará de la energía de las más auténticas y tradicionales conexiones ilegales de luz, permitiendo a los conductores recargar sus autos en cualquier poste de luz, esquina de mercado o incluso en cables colgantes de vecindarios populares. «Es un gran paso hacia la independencia energética, y lo mejor es que será muy, muy mexicano», comentó Sheinbaum entre aplausos. «Ya no habrá que depender de Tesla, ni de cargadores oficiales; con un buen diablito podrás ir de Tepito a Tlalpan sin parar», agregó con la gracia y emoción que la caracterizan.
Este innovador auto eléctrico contará con un sistema que, según sus desarrolladores, identifica y aprovecha los «diablitos» más cercanos, detectando cables pelados y cajas de luz abiertas a más de 50 metros de distancia. Según los ingenieros a cargo, «el auto tendrá la capacidad de absorber energía sin importar si la toma está bajo la normativa de CFE o si fue instalada por el Brayan de la colonia».
«Nosotros siempre hemos sabido cómo sacarle jugo a la luz de manera creativa, pero ahora lo haremos con elegancia y estilo», comentó el dueño de un taller eléctrico que ya está preparando kits premium de diablitos, con luces LED y cintas reflectantes, perfectos para el nuevo este nuevo hito tan mexicano.
No obstante, no todo es celebración. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha expresado su preocupación por lo que esto podría significar para la estabilidad del suministro eléctrico. «Si todos empiezan a recargar sus autos con diablitos, podríamos enfrentarnos a un apagón masivo… aunque claro, eso ya lo estamos enfrentando cada que llueve», confesó un portavoz de la CFE.
Por su parte, la Doctora no se mostró preocupada. «Esto es el futuro: energía popular y al alcance de todos. Y si algo se quema, pues, será culpa de Calderón, obvio», finalizó con una sonrisa malévola.