Lo peor de fallecer, colgar los tenis, que te chupe la bruja, que abandones el chat de los vivos, es que, además del FOMO que te da ya no poder cotorrear con toda la banda ni volver a enterarte de ningún chismecito, uno nunca sabe qué van a hacer tus familiares y gente cercana con el mucho o poco legado que dejaste en vida.
Porque uno puede encargarse de ser una persona excepcional, pero te puede pasar como al maestro Capulina, quien se consagró como uno de los más grandes cómicos que ha tenido este país, solo para que las nuevas generaciones ahora lo ubiquen porque su nieto está buscando exprimir hasta el último centavo de lo que él llama su “capulinaje”.
Se trata de Oliver Henaine, creador de contenido que está siendo fuertemente criticado porque muchos opinan que es como el saco escrotal de los fans de su abuelo: bien colgado. En un principio el joven se dio a conocer por videos como en el que dice «si no fuera nieto de Capulina, ¿podría hacer esto?» y luego sonríe al revés, o en el que hace el “Capulina Challenge”, el cual también consiste en sonreír al revés y voltear los ojos, pero recientemente ha caído de la gracia de la gente porque ya parece estar abusando de su apellido para lucrar monetariamente.
Todo empezó con el “Capupaquete”, el cual incluye historietas, un sombrero sin copa, muñecos de plástico de Capulina y fotos inéditas firmadas, lo que muchos consideraron que sí justificaba el precio de dos mil trescientos pesos hasta que se dieron cuenta que era la firma de Oliver y no la del Rey del humorismo blanco. Como era de esperarse, los artículos de valor que se estaba robando de la casa de su abuelo se empezaron a acabar y Oliver se vio en la penosa necesidad de empezar a vender cosas que ni siquiera tienen valor coleccionable.
Son varias las personas que se quejan de que, nervioso y rascándose el antebrazo, les ha intentado vender objetos como pañuelos, un pastillero, una pluma Bic, o hasta un cortaúñas que asegura pertenecieron a su abuelo, pero no hay manera alguna de autenticarlo. Además, en el “Capupaquete” está incluyendo selfies de él, fotos de su gato, y demás imágenes que no tienen nada que ver con Capulina, a lo que argumenta: «A fin de cuentas, siguen siendo fotos inéditas».
Si todos pensaban que lo anterior era una manera desesperada de sacar dinero, Oliver quiso seguir lucrando con el paquete de su abuelo y anunció el “Capupaquete Premium”, el cual, porque «lo pidió el público», siendo que nadie se lo pidió, incluiría un pequeño frasco con una parte de las cenizas de su abuelo:
«Bueno, mis Capuamigos, a todos nos gustan sus historietas, su sombrerito… pero ¿cómo les caería tener un ‘meet & greet’ con el legendario Capulina?», dijo en un video mientras abría una urna, bromeando y diciendo que «hubiera sido un proceso más difícil si lo hubieran enterrado».
Nos queda claro que Oliver está sacando una personalidad cada vez más sombría y está mostrando ser una persona insaciable e incluso peligrosa. Cuando se le preguntó si no se sentía culpable por lo que estaba haciendo, y si alguna vez pensaba dejar de aprovecharse de la imagen de su abuelito en redes sociales, él solo contestó: «No lo sé, puede ser, a lo mejor, tal vez, quién sabe…».
