Por: becario EAD
Hoy en día, los métodos anticonceptivos para hombres se limitan al preservativo, al coitus interruptus (no, no es el nombre científico del Coyote, sino el llamado «método del techo blanco») o a la esterilización voluntaria (como cuando te casas). Es por esto que la carga de utilizar métodos anticonceptivos generalmente recae en las mujeres, quienes a menudo experimentan efectos secundarios casi tan molestos como cuando un hombre sufre un dolor de cabeza normal.
Para distribuir de manera equitativa la responsabilidad en la prevención de embarazos, se han empezado a explorar alternativas reversibles y no hormonales que limitarían la motilidad espermática (qué tan bien nadan tus chamacos), según explica Alberto Matameco, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Uno de los métodos que de momento promete más, es el que se convertiría en el «DIU masculino», que consiste en un pequeño dispositivo en forma de gusano con púas metálicas esterilizadoras que se introduce en el ojo del cíclope y que ha dado resultados sorprendentes con casi ningún efecto secundario.
De momento solo se ha probado en 4 varones, quienes, uno por uno (porque solo hay un prototipo), se probaron el «gusano anticonceptivo» y, efectivamente, no embarazaron a nadie, aunque sí reportaron pequeñas reacciones adversas, como mareos, pérdida del apetito sexual (asexualidad crónica), dolor desgarrador al orinar que puede o no desaparecer a los pocos meses, confusión, pérdida total o parcial de la memoria a corto plazo, ideación suicida, entre otros, pero nada de especial cuidado.
Si bien, uno de los voluntarios perdió la vida en el ensayo clínico, eso se debió a una complicación técnica que tuvo el practicante que le insertó el dispositivo. Fuera de eso, este método continúa en su fase de desarrollo y se espera que las complicaciones y los riesgos sean cada vez menores o se mantengan iguales.
