El señor Jorge Lenin Pérez González, uno de los primeros usuarios del Tren Maya, no se imaginó lo caro que le saldría ser uno de los primeros en estrenar la nueva obra del gobierno, toda vez que salió de su casa, acompañado de su familia y con el aguinaldo que le pagaron en su trabajo, por lo que se ofreciera.
El Tren Maya, bueno, una parte de este, específicamente la que va de Campeche hasta Cancún, inició operaciones este sábado 16 de diciembre, luego de la inauguración a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero una de las cosas que más llamaron la atención y se viralizaron fueron los precios del menú e inclusive el menú mismo que ofrecieron a los incautos usuarios.
El señor Jorge ya se había endeudado con la tanda de la comadre y el refrigerador que dejó empeñado en el Monte de Piedad, con el fin de pagar los boletos para él, su esposa y sus dos hijos. Por eso esperaba comer los sándwiches aplastados que prepara su señor, como siempre que se arma la salida familiar, pero tuvo la mala fortuna de que a su esposa se le olvidaron en el comedor.
Ante la situación y como ya les rugía la tripa, luego de cuatro horas de viaje, y eso que aún las faltaban como cinco más, don Jorge y su familia encargaron cuatro combos VIP del menú, «porque para eso trabajo», se dijo a sí mismo.
Lo más triste es que toda la familia vio cómo el aguinaldo se les fue en cuatro paninis clásicos, cuatro cocas y cuatro panes de elote, en lugar de la pantalla de 60 pulgadas que querían de Navidad.