La senadora con ese, Citlalli Hernández, llegó tarde al aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México y perdió el vuelo que la llevaría a Chiapas, horrible lugar, para acompañar a Carlos Morales Vázquez, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, quien se presenta como Figura pública en su biografía de Twitter.
Citlalli no consiguió abordar el vuelo que la llevaría al segundo informe de su compañero de partido y, como mexicana que es, culpó al aeropuerto, a las filas y a los protocolos; en lugar de hacerse responsable y decir que no llegó con el tiempo suficiente para subirse a un avión que la llevaría a Chiapas. Aunque nadie la habría culpado de retrasar intencionalmente su agenda para, justo, no subirse a un avión que la llevaría a Chiapas.
Pero la noticia no es ésa, sino una más notable: de algún modo, en contra del sentido común y de su amor propio, la senadora con ese creyó necesario adjuntar a su tuit una selfie para acompañar su mensaje de disculpa (mensaje de culpàr a otros). Y nada, eso: Citlalli publicó una selfie en la que no cupo hoy lunes 2 de octubre, terrible día para tener ojos y twitter y para estar vivo.
