Por: becario EAD
Todos conocemos la famosa saga de brujería satánica «Harry Potter», y seguramente recordarás que el protagonista heredó de su padre una capa de invisibilidad que utilizaba para escabullirse en los pasillos de Hogwarts y que, según confesó la autora J. K. Rowling, también se ponía para espiar a sus compañeritas en el baño de mujeres biológicas, aunque de vez en cuando se encontraba críctoris de más de 15 centímetros.
Lo que parecía solo pertenecer al mundo de la fantasía, hoy parece estar más cerca de volverse realidad. En una prueba más de que los chinos no conocen límites y de que detrás de esos ojitos de regalo hay un cerebro privilegiado, un científico del país oriental ha presentado una nueva tecnología que lograría algo que los académicos chinos llevan años persiguiendo y que tú ya conseguiste cuando estabas en la preparatoria: la invisibilidad.
En un evento científico, el miembro de la academia de ciencias de China, Chu Junhao, mostró un innovador invento al que se refirió como «capa de invisibilidad», el cual se espera que lleve el juego de «¿ontá bebé?» al siguiente nivel.
En el evento, el académico hizo una demostración de la eficacia del sorprendente artefacto y, como por arte de magia, todos los presentes fueron testigos de cómo hizo desaparecer la parte inferior de su cuerpo.
Mientras el público solo veía un torso suspendido en el aire, Junhao explicaba que esto no tenía nada que ver con la magia y que todo era «puramente científico». Después de explicar que su invento utilizaba las ideas más básicas de la física óptica, como lo son la refracción, reflexión y dispersión de la luz, el científico aprovechó que nadie veía su tren inferior e hizo un pequeño chascarrillo:
«Ustedes no lo pueden ver, pero ahorita traigo el pilín de fuera», afirmó en mandarín mientras zangoloteaba la cadera.
(Nota del editor: esta traducción puede o no ser acertada, nadie en la redacción sabe mandarín).
Si bien, esta tecnología sigue desarrollándose, se espera que en el futuro todo el mundo pueda adquirir su capa de invisibilidad, ya sea para salir a la calle en fachas (o en bolas) sin que nadie lo juzgue, entrar desapercibidamente a lugares con acceso restringido, como una fiesta de cóver, o para desaparecer en momentos incómodos, como cuando te encuentras a tu ex con su nuevo novio que está más guapo que tú o cuando tienes que pagar la cuenta grupal en un restaurante.
Que no nos sorprenda que en unos años se vuelvan muy comunes las nalgadas fantasma, los arrimones por parte de bultos invisibles y ver televisores flotantes saliendo de un Elektra.