Por: becario EAD
Es bien sabido que las novias son como las cervezas: una no basta, hay que tenerlas de seis en seis. Por eso, la Suprema Corte de México está revisando si aprobar o no un amparo para legalizar el «poliamor», o sea, el matrimonio entre más de dos personas, o sea, el degenere institucional.
En mayo del 2021, un vigoroso poblano de gran corazón llamado Víctor Toledo, a quien sus 7 parejas apodan «La máquina», presentó un amparo ante los tribunales del estado de Puebla para que se legalice el casamiento en manada, lo que para muchos fue pura mamada.
Aunque el resultado fue favorable y un juez federal de la entidad declaró inconstitucional el Código Civil Estatal por limitar el matrimonio a uniones vintage de solo una pareja, es la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que tendrá que resolver de manera definitiva si el matrimonio debe ser como un simple dueto, algo exclusivo entre dos personas (y uno que otro tercero tras bambalinas), o si puede ser un trío, un cuarteto o ya de plano entre 28 pelados como La Adictiva Banda San José de Mesillas.
Esto marcaría un precedente para quienes cambiaron la posición del perrito por la del ciempiés, pues aunque todavía no lo reconozca el Estado, muchas almas libres están optando por repartir su vida amorosa entre varias personas, argumentando que su trenecito del amor no le hace daño a nadie y que si alguien debería salir embarrado por cómo cada quien decide vivir su relación, son solamente ellos mismos, pero en el buen sentido.
