La presidente del cuchitril que le dejó el Licenciado y fiel defensora de la austeridad republicana, la doctora Claudia Sheinbaum, arrancó su carrera diplomática internacional con un viaje al G20 en Río de Janeiro, Brasil. Siguiendo el ejemplo del príncipe macuspano, la mandataria optó por viajar en un vuelo comercial, desatando sorpresa y curiosidad entre algunos pasajeros, bueno, como tres y ya. En las imágenes que Sheinbaum compartió en sus redes sociales, se le ve saludando al capitán del vuelo y a la tripulación con una sonrisa que no dejaba lugar a dudas: si sobrevivió a la Terminal 1 del AICM en domingo por la tarde, en el G20 se la van a pelar a dos manos.
Ya en tierras cariocas, la Doctora llegó con una propuesta digna de portada: convencer a las 20 economías más poderosas del mundo de que desvíen el 1% de su gasto armamentista para combatir la pobreza, y quizá hasta proponga que se reparta por medio de un programa de becas que lleve por nombre: «Becas Internacionales del Bienestar».
Otra de las propuestas que lleva bajo el brazo, es que los países adopten el programa «Sembrando Vida», esa iniciativa que, según sus palabras, no solo restaura el tejido social, sino que también reduce la migración. Cosa que nada más no ha servido más que para tres cacahuates y para deforestar regiones, pero el chiste es llevar el legado del Licenciado al mundo entero. Ya nada más falta que les proponga que construyan refinerías que no refinan, centrales avioneras que nadie usa o trenes que nadie aborda.
En Brasil, la Doctora y su anfitrión, el presidente Lula da Silva, tienen una misión titánica: formar una alianza global que convenza al G20 de que los problemas del mundo no se resuelven con misiles ni tratados comerciales, sino con programas sociales que restauren el tejido social. Porque eso es lo que le interesa a los gringos, rusos, europeos y chinos: reconstruir el tejido social. Se vale soñar, Doctora.
Mientras tanto, en nuestro México de oro, el país observa expectante cómo su presidenta enfrenta su primer reto diplomático internacional, de donde apostamos que no saldrá bien librada, conociendo sus fracasos previos y el pleito que trae con los gringos, canadienses y españoles. Lo peor de todo es que en su ausencia, las mañaneras se las va a tener que aventar la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y eso sí está del nabo. De por sí, están muy sin chiste. Mejor le hubieran pedido el favor al Licenciado.