En un hecho que demuestra, una vez más, que el mundo ya se acabó y tan solo estamos en los bloopers, el popular payaso Brincos Dieras ha anunciado su intención de competir por la candidatura para la alcaldía de Guadalupe, Nuevo León. Mientras otros políticos intentan ocultar sus payasadas, el famoso comediante las usa como carta de presentación, confiando en que, si de hacer reír se trata, nadie lo hace mejor que él. La noticia ha dejado a todos con una mezcla de sorpresa e incredulidad, y aunque en cualquier otro país esto parecería una broma del Día de los Inocentes, en México parece más bien la norma, pues llevamos años votando por políticos que parecen sacados de un circo (ccp: Samuel García).
Todo comenzó, según cuenta el propio Brincos Dieras, cuando alguien le dijo en tono de broma que debería postularse para alcalde. Lejos de tomárselo a risa, parece que el comentario «le sembró el gusano» de la ambición política. Para sumar a este inesperado interés, poco después tuvo un sueño revelador en el que se veía gobernando Guadalupe a pura risa. Al parecer, no se lo tomó a broma y, más bien, entendió el sueño como una señal de destino: «Si algo hemos aprendido de los grandes líderes», comentó en tono serio, «es que todo comienza con un sueño… o con una siesta muy larga».
El respaldo que necesitaba para lanzarse a la política llegó de una fuente tan inesperada como peculiar: Cuauhtémoc Blanco. El exfutbolista y exgobernador le dio su bendición y prometió ser su asesor de campaña. Y, si algo hay que reconocerle al jorobado de Coapa es que sabe cómo hacer las cosas a su manera; al fin y al cabo, no se llega a gobernar Morelos sin tener un par de trucos bajo la manga y ser amigo del Licenciado.
Ante esto, con la seguridad que le brinda el exceso de maquillaje, Brincos Dieras aseguró que, aunque le faltan estudios, como la mayoría de los políticos, compensa su falta de preparación formal con lo que él llama «chingonería». Y, además, confía en su extenso conocimiento del municipio de Guadalupe. «Yo recorrí todas las colonias de Guadalupe en mis años de payaso, las conozco mejor que cualquier candidato. Ya vi todo: calles sin pavimentar, parques abandonados y perros callejeros que hasta me ladraban en mis shows», explicó con una mezcla de orgullo y nostalgia.
Para Brincos Dieras, el rol del alcalde está claro: él será el rostro, la voz, y, por supuesto, el toque de humor. Al mismo tiempo, espera contar con un equipo al que describe como su «mesa redonda», refiriéndose a los que serán los «cerebros» de su administración. Su visión es tener una gestión donde él sea el líder visible y su equipo, los encargados de ejecutar las decisiones. De llegar a ganar, Guadalupe podría convertirse en el primer municipio en tener una administración con más chistes que discursos, y con más risas que llantos… o al menos, eso es lo que promete su plataforma.
Ante las reacciones de la gente, Brincos Dieras ha sido enfático: «Esto no es una broma, voy en serio», agregó. Sin embargo, muchos siguen preguntándose si esto es realmente el cambio que necesita Guadalupe o si solo se trata de una broma de muy mal gusto. Y es que, si bien el payaso asegura que se ve cambiando Guadalupe, otros temen que el único cambio sea el de las lágrimas de tristeza por risas de nerviosismo ante su propuesta locochona. Y es que en Nuevo León, como sabemos, son capaces de votar por quien sea.
