El actor, director y multivituperado por tener una opinión con respecto a los homosexuales y los judíos, Mel Gibson, anunció recientemente que en 2024 comenzará a filmar la secuela de La pasión de Cristo, y la respuesta del público ha sido abrumadora, por lo que se espera que la película volverá a ser un éxito en taquillas como lo fue la primera parte.
Al parecer, Gibson ha encontrado a su público entre los católicos que están hartos de que todas las superproducciones de Hollywood traten de drogadictos, mujeres de la vida alegre y rituales satánicos ocultos, por lo que buscará producir más películas que aborden temas religiosos.
El primer guion que tiene planeado es una precuela de La pasión de Cristo, que se sitúa en tiempos bíblicos, en las ciudades de Sodoma y Gomorra, que eran como la actual San Francisco, California, pero sin tanto woke que las defendiera.
Guácala, qué rico: Sodoma y Gomorra narrará las aventuras de un gomorrita al que le gustaba mucho la gomorría y de un sodomita al que le gustaba mucho la diversión.
Aún no se ha confirmado el elenco, pero se presume que Morgan Freeman no será llamado para su usual papel de Dios, pues Gibson está en contra de las ideas raras de la chiaviza y devolverá el papel a un actor caucásico según dicta la ortodoxia occidental.
