El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a protagonizar una polémica internacional al arremeter contra la activista climática Greta Thunberg, a quien llamó “alborotadora” por participar en la flotilla humanitaria detenida por la Armada de Israel rumbo a Gaza. “Ya no le interesa el medio ambiente, es una alborotadora. Tiene problemas para controlar su ira. Creo que debería ir al médico”, dijo el republicano ante la prensa en la Casa Blanca. La respuesta de Thunberg no se hizo esperar: con su característico sarcasmo, agradeció en Instagram la “preocupación” del exmandatario por su salud mental y aseguró que está abierta a recibir sus consejos sobre manejo de la ira, “a juzgar por su impresionante historial”.
Al final, parece que Greta se enoja con el cambio climático, con los gobiernos, con sus propios compañeros de lucha y ahora hasta con Trump. Justo lo único en lo que compite con el presidente del mejor país del mundo, quien en efecto ha tenido más arranques de ira que novia tóxica, pero al menos él lo hace con gracia.
