Por: becario EAD
Abandonar el mundo de Narnia y salir de ese ropero no es fácil para quien decide sincerarse consigo y con sus allegados. La reacción que provocan en su gente cercana es impredecible y puede ser caótica.
Es por eso que en este artículo, el equipo de arquitectos de EAD, quienes casualmente también dominan el tema de la homosexualidad, trae para ti una serie de comentarios que debes evitar a toda costa porque pueden ser hirientes y ofender a tu compa que todavía huele ha guardado por todo el tiempo que estuvo en el clóset.
1. «Siempre lo supe»
Probablemente sea cierto, pues como dicen: si grazna como un pato, camina como un pato y se comporta como un pato, entonces, seguramente es puato.
Tal vez lo delataban sus pantalones de colores, o ese saco caqui que tanto le encantaba, pero esto no se trata de ti, Sherlock. Evita alardear sobre tus habilidades deductivas y mejor invítale unas cervezas para mostrarle tu apoyo; si te dice que no, déjale de hablar… Una cosa es ser joto y otra cosa es jotear.
2. «Eso es antinatura»
Seguramente lo acompañarás con frases como «por el ano no es sano» o «por el recto no es correcto» y te pondrás a predicar como el niño que dice «HOMOSEXUALES, LESBIANAS, GENTE DEPRAVADA CEGADA POR SATANÁSSS», pero es momento de que guardes a tu Lilly Téllez interior e independientemente de tus creencias, seas comprensivo y abierto al diálogo. El plan divino puede esperar.
3. «¿Te gusta dar o recibir?»
Este tipo de preguntas pueden ser invasivas y la persona se puede sentir atacada por tu falta de seriedad. Si no quieres ver al pasivo agresivo, evítalas para no verte muy pasivo-agresivo.
En vez de preguntarle si es soplanucas o muerdealmohadas, puedes hacer preguntas menos directas e íntimas, como: «En las taquerías, ¿comes parado?», «Cuando te cases, ¿sentarás cabeza?» o «¿Prefieres el chorizo en papas o en barras?».
4. «Te odio»
Seguramente la persona en cuestión está acostumbrada a recibir puñaladas por la espalda, pero eso no quita que sea una terrible decepción que alguien con quien tuvo esa confianza se torne en su contra de esa manera y saque sus verdaderos colores.
Detente a pensar antes de decir algo de lo que te puedas arrepentir, la persona que quieres sigue estando ahí, y con quién comparte cama no debería cambiar la dinámica que tiene contigo.
A menos que lo odies por otra razón, por ejemplo: no aceptó las cervezas que le ofreciste en el comentario número 1, ahí sí que chsm.
5. «Yo soy más puto»
En caso de que tú también compartas la misma orientación, evita ser el «uno más que tú», no son competencias para ver a quién le apesta más el ano.
Hazle ver que tomó una valiente decisión y dale una calurosa bienvenida. Celebren que ahora tienen una cosa más en común, invítale una pitochela o alguna bebida con sombrillita y demuéstrenle al mundo que en el idioma, «gay» también significa «feliz». Si declina la invitación, ahí sí mándalo a la que le gusta.






