El reconocido físico Stephen Hawking dijo alguna vez que las mujeres son «el gran misterio del universo». Ni las mentes más brillantes de la historia han podido entender a la munier, así que a los mortales no nos queda más que quererlas, como hombres de bien.
En principio, recuerda que no eres máquina y es normal no saberlo todo, aunque tu morrita espera que sí. También espera que recuerdes fechas que ella se inventa o que la escuches sin hacerte el sabelotodo (de hecho, hay un pódcast que lo explica). Quizás hasta espera que estés con ella viendo su película favorita, cuando tú solo quieres ser feliz en la cascarita con tus amigos, aunque casi nunca ganen.
La munier celebra (y conmemora) fechas que para nosotros no tienen ningún sentido. Por eso, aquí te explicamos qué pasa cada 3 de octubre, y qué hacer y qué no para que no te toque mimir solito.
Cada 3 de octubre se celebra el Mean Girls Day o Día de las Chicas Pesadas (pero no pesadas XXL, sino de malas), para los que no dominan el idioma. Esto debido a que en uno de los diálogos de la popular película Mean Girls, el bato carita le pregunta a la morrita a la que le gusta la fecha del día y ella le responde «es 3 de octubre». Sí, y ya.
Otras tradiciones que se ha popularizado ese día es que las muniers se vistan con algo rosa, traguen papas con queso como si no hubiera mañana y vean alguna película de Danny DeVito. Pero, ¿qué hacer y qué no para estar bien con tu morrita? Aquí te van estos consejos.
- Apoya a tu chica. Si a ella le gusta celebrar el Mean Girls, preferible a que se vaya con las pañuelos verdes o que se pinte los pelos tutti frutti.
- Ve una película con ella. Si quiere ver la pelí oootra vez, vela con ella, igual salen morras chidas. Si te pide que elijas una peli de Danny DeVito, elige la de Batman Regresa o Junior.
- No le digas que el rosa no le queda. Déjala que se dé cuenta sola o que sea alguna amiga la que se lo diga.
- No le digas que se sirvió muchas papas. Si tu morrita usa tallas XXL y quiere atascarse de papas con queso, no te interpongas, podría comerte a ti. Literal.
Al final todos los esfuerzos serán en vano y seguiremos sin entender a la munier, por eso, como cantaba el Charro de Huentitán, no queda otro camino que adorarlas.
